viernes, abril 26, 2024
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La sucesión de Rajoy enfrenta a los ‘jóvenes’ del PP

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Los jóvenes son inquietos. Desde luego, mucho más que Rajoy. El ruido de sables en Génova no va directamente contra el liderazgo del presidente del Gobierno, sino para colocarse de cara a la era 'post Rajoy», y ahí las caras que aparecen en tertulias, incansables, son las que se quieren situar y sacar rendimiento a su exposición mediática. Mientras, el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, divisa desde las alturas la guerra que se está fraguando en el seno del PP. La observa con distancia. Sus tiempos están totalmente avalados por los estatutos de su formación: gracias a los cambios estatutarios que introdujo en 2012, si finalmente se vuelven a repetir elecciones el próximo 26 de junio, él será automáticamente el nuevo candidato del PP sin necesidad de pasar por un Congreso Nacional. Los críticos de Rajoy ya han perdido esta batalla y lo saben. Aunque eso no quiere decir que los movimientos soterrados hayan terminado.

Nada más lejos de la realidad. Hoy la batalla por la sucesión de Rajoy no sólo la libran sus críticos, sino también su propio círculo de confianza. La consigna pública está clara: “unidad en torno al liderazgo de Rajoy”. Esta es la foto que el PP escenificó en Sevilla el pasado fin de semana en la convención sobre el Pacto de los servicios Sociales. Pero esto no quiere decir que algunos de sus colaboradores más próximos no aspiren al trono ‘genovés’. Y así lo demuestran los últimos acontecimientos. Tanto la sobreexposición de los portavoces más ‘jóvenes’ del PP que piden más contundencia contra la corrupción “caiga quien caiga”, como la reivindicación que el pasado viernes hizo Soraya Sáenz de Santamaría de su labor al frente del Gobierno en materia anticorrupción.

Fuentes ‘populares’ consultadas por Estrella Digital no dudan de que esto no se trata de una nueva guerra entre Moncloa y Génova, sino de una disputa evidente por el liderazgo del Partido Popular en una hipotética ‘era post-Rajoy’. Su objetivo más próximo no es torpedear al actual líder ‘popular’. No sólo son conscientes de lo que dicen los estatutos de su partido, sino también del poder que aún atesora el marianismo. Sino que su intención es posicionarse bien en la carrera por la sucesión. O al menos influir en esta dura decisión.

Hay ‘populares’ que ya advierten de que el famoso Congreso de 2008 en Valencia en el que Aguirre y Aznar maniobraron para echar a Rajoy se recordará como un cónclave “tranquilo” si lo comparamos con el que viene –que va con más de un año de retraso- y que Rajoy ya ha anunciado que no se celebrará hasta que no se forme gobierno. “Este sí que va a ser convulso”, advierten las mismas fuentes, conscientes de que la sucesión de Rajoy será un “guerra cruenta”.

Tanto es así que ya se han empezado a perfilar algunos bandos. Especialmente entre los ya conocidos como ‘jóvenes’ del PP -algunos ‘populares’ los identifican así con sorna-. El club al que también se apuntó públicamente la propia vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, el pasado viernes. “Si ahora los 40 son los nuevos 30 y estos son jóvenes, estoy encantada por la parte que me toca, que soy de la quinta de alguno de ellos”. Y ahí ya destacan al menos dos bandos.

Sorayistas vs. vicesecretarios del PP

Por un lado están los vicesecretarios Pablo Casado, Javier Maroto y Andrea Levy, que han optado por la contundencia y el discurso duro frente a la corrupción que está asolando a los conservadores. Una estrategia que inmediatamente les ha colocado en la picota de la crítica interna. “Existe malestar entre la ‘vieja guardia’ por los mensajes que Casado, Maroto y Levy abanderan contra iconos del PP como Rita Barberá”, reconocen fuentes parlamentarias. Y por otro lado está el sector sorayista, encabezado por una de las persona de máxima confianza de Rajoy en el Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que comparte la misma edad, en concreto con Javier Maroto (44 años), la misma indignación por estos escándalos, incluso la misma ambición por hacerse con el control del PP, pero que ha optado por mantenerse al margen y liderar el discurso más institucional.

Santamaría tuvo la oportunidad el viernes pasado de zanjar todo este tipo de rumores, pero optó por reivindicarse a sí misma. “Las palabras son importantes, pero los hechos también”, advirtió Santamaría, después de enumerar la ristra de leyes anticorrupción que su equipo ha presentado en el Congreso de los Diputados. Una respuesta que, según algunos 'populares', evidencia que los ataques que recibieron la semana pasada los vicesecretarios del PP desde Moncloa canalizados a través de los medios de comunicación estaban orquestados por ella.

Así que el papel conciliador le ha tocado este lunes interpretarlo a la vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy. «Lo voy a decir en términos 'rajonianos' con meridiana claridad: quien busque cualquier división, fractura o pelea en el PP o entre el PP y el Gobierno, pincha en hueso. En el PP todos sus miembros están unidos en el liderazgo de Mariano Rajoy y en el proyecto político que debe vertebrar el PP en toda España para representar las ideas, los valores y los principios del centro-derecha», ha zanjado la 'popular'.

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