domingo, mayo 5, 2024
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Las malas noticias llueven sobre la industria nuclear gala

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Pero todo cambió bruscamente. Ahora no pasa día sin que surjan malas noticias para la industria nuclear. Así, ante la crisis económica mundial, la bajada irresistible del precio del barril de petróleo, el descubrimiento de nuevas y gigantescas reservas en América Latina (Brasil, Venezuela, Cuba), en África (Angola), etc., hoy hay como un viento de pánico que sopla en Francia. Por cuestiones técnicas y de costes, principalmente, el desarrollo de las centrales nucleares de ultima generación EPR ya no es tan pacifico como se esperaba.

Areva, por ejemplo, ya no sabe que hacer para sacar adelante, en los plazos convenidos y al precio fijado inicialmente, el mas ambicioso de sus proyectos nucleares: la construcción de su primera central EPR (European Pressurized Water Reactor) en Finlandia. Según el contrato firmado en el 2003 con la eléctrica local TVO, la obra iniciada en el 2005 tendría que conectarse ya en el 2009 al sistema eléctrico del país, con un coste final de 3.000 millones de euros, pero la obra lleva por lo menos tres anos de retraso y saldrá muchísimo más cara.

Hay que recordar que la central EPR proyectada conjuntamente por Areva y Siemens en Olkiluoto fue presentada en el 2003 como el inicio de una «nueva era», tras el largo «invierno nuclear» provocado en Europa por la explosión del reactor numero 4 de Chernobyl, en abril de 1986. Es por ello, también, que el acuerdo firmado por Areva-Siemens con TVO fue encajado como un puñal por el rival EdF, el líder mundial del nuclear, con 58 centrales ya operativas y que ostentaba el monopolio de la exportación mundial de la tecnología nuclear gala.

Ante el retraso de la obra y unos costes en alza que los expertos sitúan entre 1.500 y 2.000 millones de euros, Areva está enfrentado a su cliente TVO y reclama que una comisión de arbitraje decida quién tiene que pagar la factura por el retraso y el sobrecoste de la central. Además de la complejidad del proyecto, donde trabajan 3.500 operarios y técnicos franceses y alemanes en condiciones climáticas muy difíciles, de hasta -15 grados de temperatura, Areva se queja de la burocracia finlandesa en materia de seguridad.

Según el grupo francés y su socio alemán, el organismo publico finlandés Stuck que tiene el encargo de homologar cada una de las 10.000 piezas de la central, de la mas pequeña a la mayor, necesita para hacerlo un plazo medio de 9 meses, en vez de los 2 meses habituales en Francia. TVO, que necesita los 1.650 MW nucleares para sus plantas siderúrgicas y de pasta de papel avisa que pedirá centenas de millones de euros por los retrasos acumulados.

Hubo un momento en que EdF se frotaba las manos de felicidad, ante los problemas del rival Areva… Pero los últimos días, la eléctrica pública gala tuvo que reconocer, ante la opinión publica, que su primera central EPR en Francia, ubicada en Flamanville (Normandie), cuya construcción se inició en diciembre del 2007 y que tendría que estar terminada en el 2012, va igualmente con retraso y saldrá también mucho mas cara de lo previsto: los expertos hablan de 5.000 millones de euros, en vez de los 3.300 millones avanzados inicialmente.

Y surgen otras malas noticias: ante la gravedad de la crisis económica y los problemas de liquidez financiera mundial, además de una inestabilidad política interna, África del Sur ya no tiene tanta prisa en desarrollar su programa de construcción de dos o tres centrales nucleares EPR proyectadas para los próximos años (de cara a los Juegos Olímpicos), con una inversión de 9.000 millones de euros, y otras diez más previstas hasta el 2025.

Pese a estos y otros contratiempos, la tecnología nuclear gala se exporta bien. En el 2007, Areva y EdF firmaron contratos en China para la construcción de dos reactores ERP por unos 8.000 millones de euros; y EdF sobretodo tiene prevista una docena de proyectos principalmente en el Reino Unido y en Estados Unidos, después de la compra, respectivamente, de British Energy, por mas de 15.000 millones de euros, y de un 49,99% de Constellation Energy (tras la renuncia de Warren Buffet), por unos 4.500 millones de dólares.

Al margen de su rivalidad, por la conquista de nuevos mercados exteriores, Areva y EdF también buscan y encuentran en Francia espacios de encuentro. Eso es lo que ocurrió estos últimos días, con la firma de un contrato por lo cual los dos grupos han decido asumir conjuntamente, hasta el 2040, la gestión, el transporte y el tratamiento de los residuos nucleares. Según los expertos, con un 17% menos de uranio enriquecido las nuevas centrales ERP producen la misma cantidad de energía que las centrales de la generación precedente.

Además del desarrollo de la nueva tecnología ERP, lo que EdF busca ahora es hacer con sus centrales nucleares clásicas, con las cuales produce en Francia un 95% de energía sin emisiones de CO2, puedan tener entre 30 y 40 años más de vida de lo previsto inicialmente. Con ello, calculan los expertos, el coste de una central bajaría de los 4.000 millones de euros a solamente 400 millones. “Con solo prolongar diez años más la vida de sus centrales actuales, EdF podría ahorrar unos 32.000 millones de euros”.

Los expertos especulan también sobre el futuro de Areva: puesto que los problemas encontrados en Finlandia tendrán un coste elevado, derivado también de la perdida probable de un nuevo contrato previsto inicialmente con TVO para la construcción de una segunda central ERP, la dirección actual del grupo tendría los días contados. La idea que está ya en el aire, es la de una futura fusión con Alstom, que tiene como principal accionista, con un 30% del capital, el industrial Martin Bouygues… gran amigo de Nicolas Sarkozy.

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