La sorpresa saltaba una hora antes del duelo. Messi, con molestias en el pubis, y Suárez, que había afrontado un largo viaje desde Uruguay, se quedaban en el banco. Arda, que ha cuajado un gran inicio de curso, se mantenía en el once, acompañado de Neymar, ausente hasta este sábado, y el recién incorporado Paco Alcácer. En el inicio del choque se siguieron las pautas previstas. El Alavés se replegó atrás y esperó al Barcelona, que tomó las riendas del encuentro.
El conjunto de Luis Enrique presionó arriba, con la idea de dificultar la salida de balón de la zaga vasca. Mucho ritmo, pero pocas ocasiones. Contra todo pronóstico, el equipo Pellegrino fue el primero en alcanzar el área rival, por medio de un disparo de Ibai Gómez, que no logró inquietar en exceso a Cillessen. El Barcelona controló el esférico y se asentó en zona de tres cuartos de campo. Sin embargo, sólo Rakitic, desde la frontal, se atrevía a probar fortuna.
La mejor noticia para los azulgranas en la primera mitad fue Aleix Vidal. El lateral diestro se incorporó en numerosas ocasiones por su costado y fue un auténtico quebradero de cabeza para el Alavés. Sin embargo, algo fallaba entre los pupilos de Luis Enrique. Arda y Neymar apenas tenían presencia, y Alcácer estaba desaparecido. De ahí la ausencia de ocasiones. El Alavés, atrás, daba sensación de cierta comodidad.
Apenas habían superado el centro del campo con el balón controlado, pero el conjunto visitante consiguió un inesperado tanto. Kiko Femenía, escorado a la derecha, realizó una gran maniobra para deshacerse de Denis Suárez. Después metió un buen centro al área, para que Deyverson anotara, adelantándose bien a Mascherano. Después llegó la inmediata reacción del Barcelona, con Neymar y Rakitic como protagonista, pero los blaugranas se fueron al descanso por debajo en el marcador.
Tras los quince minutos de tregua se vislumbró un guión mucho más corriente. El Barcelona no sólo tomó las riendas, sino que al fin consiguió resquebrajar la defensa rival. Y lo hizo a balón parado. Neymar se vistió de asistente y Mathieu, con un gran salto, anotó con un buen testarazo. El francés pudo deshacer la igualada instantes después, pero su remate a bocajarro se marchó desviado. Después fue Neymar el que lo intentó desde la frontal.
Pese a que su equipo atravesaba los mejores minutos, Luis Enrique no veía claros los tres puntos y dio entrada a Messi e Iniesta. Pero las verdaderas carencias del Barcelona se hallaban en la zona defensiva. Mascherano erró de nuevo, esta vez en un despeje, y permitió que Ibai tomara el balón. El ex del Athletic dejó atrás a un Vidal que puso poca oposición, y batió con facilidad a Cillessen para poner a su equipo por delante. Y todo minutos después de que el colegiado le anulara un tanto a Edgar.
Luis Enrique, consciente del panorama, agotó su última bala al dar entrada a Luis Suárez. Messi, en cambio, era el más reclamado por sus compañeros. Pero el argentino, lejos de su plenitud física, no poseía la capacidad para definir el duelo. El Alavés se replegó a la perfección y propició que los azulgranas tuvieran serios problemas para generar una ocasión de cierto peligro. El conjunto de Pellegrino sacó los tres puntos del Camp Nou, ante un Barcelona al que no le funcionó la rotación.
Alberto Puente