Julen Lopetegui ha iniciado con buen pie su andadura como seleccionador. Pese a que el duelo se presentaba complicado ante una Bélgica repleta de calidad, España se impuso con comodidad (0-2) gracias a los tantos de Silva (uno de ellos de penalti). El conjunto de Roberto Martínez, que también se estrenaba en el banquillo, mostró una pésima imagen que provocó el enfado de los suyos. El próximo partido de España será el próximo lunes, 5 de septiembre.
El duelo ante Bélgica suponía el inicio de una nueva era. Tras los fracasos del Mundial de Brasil y la Eurocopa de Francia, Vicente del Bosque dio un paso atrás, y la Federación escogió a Lopetegui como seleccionador. En la lista previa, el vasco ya dio ofreció una revolución, al dejar fuera de la lista a hombres como Íker Casillas o Cesc Fábregas, e introducir sangre joven como Marco Asensio.
En el once las novedades fueron menos. En la línea de atrás la única inclusión respecto al último evento fue Carvajal. En el medio, Koke y Thiago asomaron a la titularidad ante la ausencia de Iniesta. Y en la zona ofensiva, Vitolo se erigió como la mayor sorpresa. El pitido inicial del colegiado pilló algo adormecida a España, que pudo pagarlo caro. Witsel recibió en la frontal un erróneo despeje de De Gea y su disparo rozó el poste. Con los minutos, la Roja revirtió la situación y se asomó al área rival.
Alba aprovechó un hueco en el carril izquierdo para progresar, y asistió a un Morata que no pudo conectar con el balón. Ocasiones peligrosas, pocas, tan sólo una volea aislada de Busquets en la primera media hora. Ahí llegó el tanto de España, en torno al minuto 34. Silva, uno de los más activos en zona de tres cuartos de campo, conectó con Carvajal. El lateral vio la incorporación de Vitolo y le sirvió un buen balón al hueco. El canario, tras regatear a Courtois, puso el balón en el área. Costa no llegó, pero sí Silva, que con un buen zurdazo marcó el primero.
En los diez minutos restantes hasta el descanso se vislumbró el mejor juego de los de Lopetegui. Se adueñaron del balón y mostraron su poderío ofensivo ante una tenue Bélgica que recibió la pitada de los suyos. Thiago y Diego Costa pudieron ampliar la brecha, pero uno no estuvo acertado y el otro encontró demasiados obstáculos en su camino. Entre los ‘olés’ de los españoles que se citaron en el Rey Balduino concluyó una primera mitad, que dejó un buen sabor de boca al técnico español.
La inercia se mantuvo en el inicio del segundo envite. Piqué, tras una falta botada por Koke, obligó a Courtois a mostrar sus reflejos. Poco después fue Costa, el que tras un buen desmarque, se plantó sólo frente al portero belga, aunque también sin fortuna. Bélgica, en el estreno del español Roberto Martínez en el banquillo, ofrecía una pésima imagen, sin superar siquiera el centro del campo. Sin ninguna presión de por medio, España encontraba un sinfín de huecos.
Uno de esos espacios los aprovechó Vitolo. Recibió en la banda derecha, y tras observar que no había nadie en el área para rematar, se fue hacia el centro. Encaró a Lukaku y forzó la pena máxima. El encargado de ejecutarla fue Silva, que dio todo un recital mientras anduvo por el césped. El canario engañó a Courtois y anotó el segundo tanto. Después el jugador del Manchester City abandonó el terreno de juego entre una sonora ovación, en la que los belgas también participaron.
Con el duelo sentenciado, Lopetegui dio entrada a Lucas Vázquez y Sául, y antes ya había hecho lo propio con Azpilicueta y Bartra. Pese a la frescura, España abandonó parte de su dominio, para alegría de Bélgica, que trató de sostener la posesión. La primera ráfaga de de los celestes llegó a cinco minutos del final. De Bruyne probó con un disparo lejano, que se envenenó tras tocar en un central. De Gea, desaparecido todo el encuentro, respondió con una prodigiosa mano.
Fue la última acción interesante de un partido que tras el primer tanto de Silva quedó visto para sentencia. Bélgica, segunda en el ranking FIFA, deberá mejorar la imagen en su próximo duelo para contentar a un público cansado de que los jugadores no plasmen sobre el césped su calidad. España se medirá al Liechestein el próximo lunes, oportunidad para refrendar lo que se ha vislumbrado en la noche de hoy.
Alberto Puente