sábado, abril 27, 2024
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Javier Bardem, Penélope Cruz y la no noticia

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La empresa editora de Estrella Digital ha sido condenada en primera instancia por la publicación de unas fotos de la familia Bardem-Cruz tomadas un domingo en San Agustín de Guadalix (Madrid). La sentencia va a ser recurrida por la editora. La publicación de esta información enfadó a los famosísimos actores Javier Encinas Bardem y Penélope Cruz casi inmediatamente. El título de la información era “Javier Bardem se lleva a su hijo al chino”, con el terrible subtítulo: “Bardem, Penélope Cruz y su hijo Leo se dieron un homenaje en el Asador Araceli, en San Agustín de Guadalix”. Como se puede ver, la noticia desprende una agresividad intolerable contra los actores y su familia.

En la crónica, basada en fotos suministradas por una agencia gráfica, la redactora Ana Pantoja explicaba que el chico había salido a jugar y la expectación que causan los actores en la pequeña población serrana madrileña. Lo suficiente para concitar la ira de Bardem y Cruz, que no tienen empacho en dar lecciones políticas de democracia y progresismo cuando pueden.

Bardem y Cruz, cuyos salarios medios son de entre 8,7 millones y 1,4 en el caso más bajo, no dudaron en atacar a este medio y solicitarle 20.000 euros, que es en lo que valoran la intimidad de su hijo. Un hijo que ha sido portada en todas las revistas españolas y ha sido objeto de noticia en diarios españoles y norteamericanos.

Los dos actores aseguran que la vida de su hijo no es noticia, y el juez está de acuerdo con ellos, lo que finalmente ha valorado en 20.000 euros. Con lo que cobra uno de ellos en una película se puede hacer un diario como este durante 16 años.

El juez ha considerado que lo publicado por Estrella Digital no era noticioso, ya que no se deriva de la actividad profesional de Bardem o Cruz, de lo que colige que invade su intimidad y merece una condena ejemplar, porque además supone que el diario ha tenido beneficios económicos por la publicación de esa, según el, no noticia.

Pues, señoras y señores, es el juez el que nos ha dado la verdadera noticia en este asunto. Mañana han de cerrar todas las revistas del corazón, y no sólo esta denostada prensa, sino también los diarios de información general. Si las actividades cotidianas de los personajes famosos –“de couché”– no pueden ser noticia, debe condenarse a la prensa en general. Ejemplos solo de hoy de intolerable y condenable invasión de la intimidad:

“Carla Goyanes: ‘Cumple de mini Cari’”. “El viento levanta las faldas de las ‘royals’”. “Ylenia cambia de look”. “El escotazo de Mar Flores”. “Paula Echevarría graba el nombre de Daniella (su hija) en su cazadora”. “Kevin Jonas y Danielle esperan su segundo hijo”. “Letizia tiene 15 camisas idénticas”. “El jueves de los famosos”. “Estefanía de Mónaco va a la playa con un novio”. “Leonor de Borbón va al fútbol con su padre”. “Laura Matamoros queda con Kiko (su padre a la sazón)”.

La familia Encinas Bardem-Cruz no se libra: “La vida de Penélope Cruz en su 42 cumpleaños” (el cumpleaños creo que es un asunto privado, la vida, privada y sentimental, más). Y otra mejor (o peor, a saber, lo que decida el juez) aún: “La cuñada de Penélope Cruz se dedicó al porno”. Se pone de relieve de la mentada es la pareja de Carlos Encinas Bardem, hermano de sangre de Javier Encinas Bardem, el denunciante.

Si ahora son los jueces los que deciden lo que es noticia, cuidado. El juez pone de relieve en su sentencia que Bardem mostró poco agrado al ver que le hacían fotos, hecho del que informaba Estrella Digital. Si solo se pudieran publicar fotos cuando al fotografiado le apetece, no se habrían publicado las mejores exclusivas de la prensa mundial. Ni asuntos tan jugosos como las infidelidades deducidas cuando se pilla a un famoso saliendo de la manita con quien no debiera; o las escapadas adúlteras de algún otro; o las fotos de políticos con quien no deben, en cacerías, por ejemplo.

El juez no entra, con todos los respetos, en lo único en lo que puede entrar sin invadir el derecho a la libre información: si la información es veraz y el reportaje neutral; si las fotos están hechas en un espacio público o privado. A lo primero respondo que fotos y texto son irreprochablemente veraces. Ni siquiera el airado Encinas Bardem lo puede negar. A lo segundo, lo mismo: es la vía pública; ni el juez lo niega. Y sí, resulta relevante, ya que lo preguntan, que la familia Encinas Bardem-Cruz se den un homenaje en un asador en lugar de ir al restaurante familiar, llamado La Bardencilla, donde los trabajadores tuvieron unos cuantos problemas con sus patrones, la familia Encinas Bardem.

La sentencia de este juez nos deja desamparados a la voluntad de los poderosos, que no son medios que sobreviven en una crisis terrible, sino los dueños del negocio, los Bardem, Cruz, Belén Esteban, Flores, Bisbal, Iglesias, Preysler, que, de ratificarse esta sentencia, tienen potestad para eliminar –y sacar pasta– todo lo que no les guste publicado en virtud a dos razones: es su vida (aunque estén en lugar público) y no les apetece que se publique.

La decisión del juez, y el enfado de los Encinas Bardem-Cruz entronca con lo que dicen Pablo Iglesias, y todos aquellos que ven publicado lo que no les gusta. Si no les gusta, es ilegal. Disculpen sus excelencias, los que interpretan qué es noticia son periodistas, que se basan en asuntos como «el kilómetros sentimental» o el gusto de su audiencia, que premia con visitas o deja de ver lo que no le interesa. Salvo que desde hoy se tenga que escribir al dictado de los jueces. Una cosa les digo, eso sí: las cosas de Bardem y Cruz cada vez interesan a menos gente, ese reportaje condenado se leyó ni mucho ni poco, lo normal, pero unos cuantos miles sí que echaron un vistazo, sin exagerar en entusiasmo.

Los Encinas Bardem-Cruz no solo se quejaron de que se hablara de su hijo (aunque se hizo para bien), sino que hasta atacaron el pixelado de las fotos, que es el habitual y hace irreconocible la cara de este niño, que sí ha asistido como público VIP junto a sus padres a varios actos en Madrid y cuyo nacimiento fue portada en diarios nacionales.

Hoy supongo que el juez que dice que el hijo de estos dos actores no es noticia no querrá ver cómo la sentencia que ha dictado es noticia en todos los digitales españoles. Cuando servidor estaba atascado a llamadas de medios interesándose por el caso, costaba explicar a los compañeros que un juez asegura que todo esto no es noticia. No hicieron caso y lo han publicado.

Intuye uno –desde su falta de altura intelectual, comparado con Bardem o Cruz–, que los actores, tal como expresan en la demanda, piensan que deben ser famosos solo por su faceta artística. Del mismo modo aseguran que su hijo no debe ver lastrada su existencia por la fama de sus padres.

Si Encinas Bardem no fuera famoso, quién le iba a hacer caso cuando se pone al frente de manifestaciones y diatriba contra quien le da la gana desde su altura intelectual de izquierda radical.

Leo es un privilegiado. El juez ha ordenado consignar en un juzgado 20.000 euros hasta que tenga la mayoría de edad, para compensar los enormes perjuicios que le ha causado este diario, que relató cómo iba al ‘chino’ a por chuches, como hace cualquier niño, sí, niños como el mío. Claro que lo raro es que lo haga el hijo de una de las parejas más famosas del mundo, multimillonarios por su excelente trabajo en el cine.

¡Viva la libertad de expresión!

En serio le digo a Bardem y Cruz, lo digo desde el fondo del corazón: ya echaréis de menos la fama. Y Leo, si no me equivoco, también.

 

Joaquín Vidal

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