No hay día en que el «caso Bárcenas» versus «caso Gürtel» no aparezca en los titulares de los medios de comunicación. No es para menos. Amen de la comparecencia de Bárcenas ante el juez, y de saber que el extesorero tenía otra cuenta en Suiza, los ciudadanos nos hemos quedado atónitos al saber que la Justicia sospecha que los implicados en el caso Gürtel se podrían haber acogido a la amnistía fiscal del Gobierno Rajoy para lavar dinero.
Los casos Bárcenas y Gürtel, que son las dos caras de la misma moneda, son de tal magnitud que incluso ensombrecen otros casos de corrupción. Y no es para menos. Pero como suele suceder cada vez que alguien alza la voz señalando las vergüenzas de los populares la reacción de éstos y de sus aliados en los medios de comunicación pasa por poner en marcha la política del calamar que se puede resumir en el consabido «y tú más».
El caso Bárcenas que es la versión «heavy» del caso Gürtel está haciendo un daño irreparable al PP
Los populares están exprimiendo la tinta del calamar recordando el caso de los Eres en Andalucía, o el de la imprensentable Amy Martin, o tantos otros que tienen como protagonistas a políticos de la oposición. Es una manera de decir que los demás no son precisamente santos y que también tienen lo suyo. Todo con tal de distraer la atención de lo que en estos momentos indigna a la sociedad española, que no es otra cosa que el caso Bárcenas.
Creo que se equivocan en ese afán de echar fango sobre el fango. Sin duda, el caso Bárcenas que es la versión «heavy» del caso Gürtel está haciendo un daño irreparable al PP, pero la única manera de abordarlo es que los populares sajen la herida y saquen toda la pus.
Yo estoy por tomar una decisión y es que cada vez que acuda a una tertulia en la radio o en la tele empezar haciendo una declaración de principios: los escándalos del PSOE en la última etapa de González son imperdonables, en la actualidad el caso de los Eres en Andalucía son una de las chorizadas más increíbles de las que se han perpetrado, lo de Amy Martin no es de recibo, y desde luego el peso de la ley debe de caer sobre todo socialista que haya delinquido. Puede que de esta manera a continuación pueda hablar de lo que toca aquí y ahora que no es otra cosa que el «caso» Bárcenas y el «caso» Gürtel. Porque es que cada vez que alguien intenta decir que estos dos casos son gravísimos, que las explicaciones de Mariano Rajoy no son suficientes, que las noticias que afloran a diario nos van desvelando una trama de corrupción de dimensiones incalculables, entonces hay algún palmero gubernamental que salta recordando los Eres, o Filesa, o a Amy Martin, como si el hecho de que unos hicieran mal supone que no se debe de hablar de Bárcenas y compañía.
Ya digo que echar tinta no es la manera de resolver los problemas, ni siquiera de disimularlos, al revés, es la manifestación más burda de la imposibilidad de una buena defensa.
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Julia Navarro