Los nacionalistas catalanes no tienen vergüenza. Es más, creo que no la han conocido nunca. Aparte de ese victimismo absurdo que muestran constantemente y esa política ventajista que usan para todo, y aparte de estar siempre pidiendo que se cumpla la ley con las transferencias innecesarias que se les concedieron, ahora están llorando todo el día para que no se cumpla una decisión del Tribunal Supremo y del TSJC sobre la incomprensible inmersión lingüística catalana. Y lo que es peor, amenazando. No tienen vergüenza, insisto. Para ellos sólo existe la ley del embudo.
Catalán, por supuesto. Si la ley les favorece, piden que se cumpla la ley. Si la ley les pone en su sitio, piden que se desobedezca una decisión de los tribunales en un acto absolutamente antidemocrático. Pero lo más grave es que el PSOE empieza a tener menos vergüenza aún: acaba de pactar con CiU y ER en el Congreso que se desobedezca al TS y al TSJC.
Lógicamente, como nunca están satisfechos, hoy el Presidente Zapatero ha tenido que pararles los pies en el Congreso con otra de sus frases “brillantes”: España plural sí, pero España. A buenas horas, mangas verdes.
Pinocchio