El PP sale de la reunión de la comisión anticrisis «desconcertado» y la vicepresidenta Salgago dice al concluir el primer encuentro que no contempla la posibilidad de que el foro de partidos con el Gobierno para afrontar, entre otras medidas, la reducción del gasto, principalmente en las administraciones públicas, termine sin acuerdo.
Las palabras de Montoro -que ocupó la cartera de Hacienda en el segundo Gobierno del PP- a la salida de la reunión de la sede de Zurbano, en el Ministerio de Economía y Hacienda, que apuntaron a la intención del Gobierno de buscar coartadas y complicidades, deshicieron la expectativa de Salgado. Para el portavoz del PP, se trató de un «concurso de ideas» promovido por un Gobierno «desconcertado». Y en su discurso habitual, el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, denunció la actitud «destructiva» del PP.
Hay motivos para la visión del PP, convocado en la primera reunión a una mesa de partidos para hablar de asuntos sobre los que ya discuten en el Parlamento. El Gobierno parece que pretende llegar a algún acuerdo por pequeño que sea que le permita compartir la situación de crisis del momento. Cuenta para ello con una opinión inclinada a la bondad genérica de los pactos, y la iniciativa desplaza la atención hacia las reuniones frente a los problemas cotidianos.
Si Obama, cuya llegada a la Casa Blanca despertó singulares expectativas en el Gobierno de Zapatero, creó una comisión para impulsar la reducción del gasto con dos copresidentes, republicano y demócrata, la iniciativa no admite comparación con la comisión de Madrid. En cambio, el presidente estadounidense no renuncia a defender sus propios planes, como el sanitario, y debate en directo con los republicanos para dejar en evidencia su posición. Son dos planos que abundan en su credibilidad.
El lunes llegará la reunión bilateral, pero la comisión ha nacido envuelta en la desconfianza. Ninguno se fía del otro y hablan lenguajes distintos. Zapatero no ha tenido reparo en mostrarse «esperanzado» al comienzo de la comisión. Mientras nos envolvamos en palabras, quizás surja alguna idea que pueda servir a paliar la crisis. O no.
Chelo Aparicio