domingo, mayo 5, 2024
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El deshielo desentierra la ‘peste siberiana’ de la II Guerra Mundial

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Permanecía oculta bajo el denso hielo de Siberia, pero las insólitas temperaturas han derretido el suelo y la han desenterrado. Cuando parecía que el temor a la ‘peste siberiana’ había acabado tras la II Guerra Mundial, la muerte de un niño de 12 años, miembro de la comunidad indígena de los Nénets, este mes de agosto en la península de Yamal, ha hecho saltar las alarmas y ha revivido los fantasmas del pasado.

El ántrax, también conocido como carbunco, vuelve a atacar a Rusia. “Fue una epidemia que afectó a los renos en los años cuarenta. Murió mucha gente en aquella época. El bacilo del ántrax forma unas esporas que son muy resistentes y pueden permanecer latentes en el sustrato, en la carne del animal muerto o en el hueso durante décadas. Al liberarse se puede transmitir por inhalación, por ingestión o por contacto”, explica Pilar Marcos, portavoz de Greenpeace. Las autoridades locales han confirmado que el brote se debe al calor extremo. Greenpeace explica que la congelación perpetua -permafrost- tenía enterrados los cadáveres de los animales que habían muerto por brotes sucedidos decenas de años atrás. Por culpa del calentamiento global, muchos cadáveres han emergido y la infección se ha vuelto a extender. La bacteria puede sobrevivir en el suelo hasta más de cien años.

Según las organizaciones ecologistas, el cambio climático es el causante de la reaparición de este nuevo brote de ántrax que ha dejado un menor fallecido, noventa pastores nómadas de renos de la comunidad indígena Nénets ingresados y más de 2.300 renos muertos. “El ántrax es una bacteria muy resistente a los cambios de temperatura y además es letal”, añade Marcos. Greenpeace insiste en que la comunidad indígena se ha visto directamente afectada por el cambio climático, puesto que la epidemia ha atacado directamente a su principal fuente de subsistencia, los renos. “Los Nénets han pastoreado la península de Yamal desde hace 1.000 años”, recuerda la organización. La Agencia Federal de la Salud afirma que la última epidemia de ántrax en Yamal tuvo lugar en 1941, cuando quedaron enterrados miles de cadáveres en la tundra.

Temor a la propagación

La comunidad científica advierte de que una de las consecuencias del cambio climático y del calentamiento global es la propagación de epidemias y de multitud de virus peligrosos. De hecho, este no ha sido el único caso. “Ha habido otros casos que han aparecido en los últimos años. Un grupo de científicos rusos descubrió en 2015 un virus gigante que permanecía enterrado en el hielo. Se encontró también el cadáver de una mujer enterrada en Alaska que murió por gripe A. En Siberia descubrieron también el virus de la viruela, erradicada en los años setenta”, afirma Marcos. “Esos cadáveres ahora sin hielo expuestos a la superficie son la plataforma de lanzamiento perfecta para que las infecciones se extiendan de nuevo”, explica Greenpeace.

Además, las organizaciones ecologistas temen que a la propagación de virus peligrosos debido al deshielo se sume la explotación del suelo para desarrollar minería. Sostienen que si se derrite la congelación perpetua se puede abrir una nueva vía para acceder a zonas que anteriormente eran inaccesibles y que se lleve a cabo la retirada de superficies de suelos antiguos que han estado inmóviles con el objetivo de construir minas que podrían conducir también a la extensión de infecciones. Dicen que la explotación del suelo puede provocar la aparición de virus que por ahora permanecen enterrados.

“A los ecologistas nos acusan de ser alarmistas, pero los avisos y predicciones sobre el cambio climático que ha habido hasta ahora se han cumplido. El cambio climático está provocando que el hielo se derrita y que por lo tanto las condiciones sean buenas para la explotación minera. Se pretende aprovechar la oportunidad para encontrar nuevas fuentes de recursos mineros, petróleo, gas, metales pesados y al explotar esa tierra también pueden aparecer nuevos virus que están enterrados”, concluye Marcos.

M.G.Rico

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