El alto el fuego en Siria se ha roto a pocas horas de su entrada en vigor con el primer bombardeo aéreo del régimen de Damasco. Según denuncia Defensa Civil Siria, organización de voluntarios civiles seguida por ONG como Amnistía Internacional o Human Rights Watch, las fuerzas gubernamentales han lanzado seis bombas de barril sobre las localidades de Kenda y Najeya, en la provincia de Idlib, a las 13.20, hora local, sin que de momento haya constancia de víctimas mortales.
El cese de las hostilidades se mantiene en la mayor parte del país. Sin embargo, la ciudad de Tel Abyad, cerca de la frontera con Turquía y en poder de las milicias kurdas está siendo escenario de un asalto de Estado Islámico que ha dejado al menos 65 muertos: 45 milicianos de la organización terrorista y 20 más de las milicias kurdas sirias, según ha informado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Siria despertó sin bombardeos en el primer día de alto el fuego impulsado por Estados Unidos y Rusia, una tregua que tiene como principal objetivo de llevar ayuda humanitaria a la población civil. El primer alto el fuego tras casi cinco años de guerra no se ha respetado en las zonas donde hay presencia del Estado Islámico y el Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria, así como otros grupos terroristas que han quedado excluidos del alto el fuego.
El cese de las hostilidades también se vio interrumpido a primera hora por la explosión de un coche bomba que ha dejado dos personas muertas en la pequeña localidad siria de Hama, según ha anunciado la televisión estatal. También se han registrado varios incidentes en Dmasco y Deraa, aunque ambas ciudades han recuperado la calma rápidamente. No se tiene constancia de ataques aéreos en las regiones insurgentes que eran blanco de los bombardeos de la aviación rusa aliada del régimen de Bashar al Assad.
El enviado especial de Naciones Unidas a Siria, Staffan de Mistura, ha señalado el 7 de marzo como fecha para reanudar el diálogo de paz entre el Gobierno de Bashar al Assad y la oposición, después de que se suspendiera el pasado 3 de febrero por la continuidad de los combates. Las conversaciones de paz de Ginebra se paralizaron por la negativa de la oposición a sentarse a la mesa de negociaciones con el régimen hasta que cesaran los ataques contra la población civil, especialmente la ofensiva aérea, y los asedios.
La oposición teme que el Damasco y Moscú, que apoya activamente al régimen de Al Assad desde el pasado 30 de septiembre con ataques aéreos, aprovechen la tregua para lanzar una ofensiva contra zonas controladas por los rebeldes con la excusa de que también hay presencia terrorista.
«Zona verde» libre de bomardeos
Moscú ha anunciado la creación de una llamada «zona verde» en Siria que aglutina a los grupos rebeldes firmantes del alto el fuego que se verán exentos de sufrir bombardeos por parte de los aviones rusos.
El primer alto el fuego en Siria llega cinco años después de estallar un conflicto civil que ha dejado por el momento más de 270.000 muertos y cerca de 11 millones de desplazados, el 50% de la población siria, que han tenido que abandonar sus hogares.