En un clima político cada vez más polarizado, la sede del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en Ferraz fue el epicentro de concentraciones este lunes, las cuales han estado envueltas en controversia.
El Partido Popular (PP) ha rechazado categóricamente ser el organizador de dichas manifestaciones, que se oponen a una propuesta de ley de amnistía negociada por el PSOE con partidos independentistas. A pesar de las acusaciones, el PP se abstiene de condenar estos actos y, por el contrario, considera comprensible la respuesta ciudadana ante la situación política actual, enfatizando la importancia de la libertad de manifestación.
Borja Sémper, vicesecretario de Cultura y Sociedad Abierta del PP, destacó en una entrevista en Antena 3 que la indignación es un sentimiento compartido por un amplio espectro político, desde conservadores hasta progresistas, todos unidos en contra de las acciones del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. El PP insiste en que cualquier acto de protesta debe realizarse de manera pacífica y ordenada para constituir una respuesta democrática adecuada.
La polémica aumentó cuando surgieron acusaciones de que el gobierno socialista había dirigido a las fuerzas policiales a reprimir a los manifestantes de manera «injusta». Fuentes del PP recuerdan que durante la administración de Mariano Rajoy nunca se dio una orden de cargar contra los manifestantes. Estas mismas fuentes expresan su apoyo a los agentes de policía, a la vez que critican a los mandos del Ministerio del Interior bajo el liderazgo socialista.
El partido en la oposición resalta su histórico de movilizaciones pacíficas y su participación en eventos en defensa de la igualdad de los ciudadanos españoles, mencionando actos en diversas ciudades y su implicación en manifestaciones convocadas por la sociedad civil. El PP anuncia más marchas para el domingo siguiente en todas las capitales de provincia y una gran concentración en Madrid, en la Plaza de Cibeles.
En su narrativa, el PP se autodefine como un partido que lucha contra aquellos que han rodeado el Congreso, atacado sus sedes, o utilizado las calles para generar disturbios, en referencia a partidos como Podemos, PSOE, Bildu y grupos independentistas. Finalizan enfatizando su liderazgo en la contestación social e institucional contra lo que consideran una rendición del país, prometiendo seguir la estrategia que ha movilizado a miles de personas en actos organizados por ellos mismos.
El CGPJ interviene en el debate político con una declaración contra la amnistía