El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha asegurado que la propia estabilidad del Gobierno es uno de sus grandes problemas y ha apuntado que los gobiernos de coalición son complicados y más si la alianza es con «un partido en sí mismo inestable».
Guerra, que ha cerrado este miércoles en Valencia el ciclo de conferencias «Repensando España» de la Universidad CEU Cardenal Herrera con la ponencia «La España posible: la Transición», ha manifestado a los periodistas que no cree que el Gobierno de Pedro Sánchez «haya tenido nunca estabilidad».
Sobre el Congreso federal que el PSOE celebrará en Valencia a mediados de octubre, el exvicepresidente ha dicho que no tiene previsto venir y que no mantiene relación con el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez..
Preguntado por el papel que debería tener el PP ante los problemas de España, ha opinado que desde su posición de observador no se le ocurriría decir a ningún partido «qué tiene que hacer» pero es sabido que cuando en los partidos políticos hay diferencias internas, los electores «no responden bien», por lo que hay que intentar resolverlas y acudir unidos a las elecciones.
Guerra se ha referido a las diferencias entre las comunidades ante la reforma del modelo de financiación autonómica al ser cuestionado por estas, y ha afirmado que en ningún caso deberían crear núcleos de enfrentamiento de unas con otras pues ello perjudica al conjunto. «No se puede aceptar que alguien para afirmarse, se afirme negando el conjunto», ha señalado.
Se ha preguntado «qué somos en España», si la suma de 17 comunidades o «algo más importante» que esa suma, y ha cuestionado que las comunidades consideren «magníficos» a los habitantes de su región pero no a los españoles en su conjunto.
También se ha posicionado sobre la polémica generada por las declaraciones del ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, sobre elevar la edad legal de jubilación para considerar que su impresión no es que se refiriera a este aspecto sino a que los trabajadores a partir de 55 años que tengan voluntad de seguir trabajando, puedan hacerlo.
Y ha criticado que en España «estamos acostumbrados al linchamiento» cuando alguien dice algo en lo que no se está de acuerdo.
El exvicepresidente ha reivindicado su figura política durante los 37 años que encabezó una lista electoral ganadora, y ha asegurado que dimitió como diputado en el Congreso porque vio venir un Parlamento de «pocos argumentos y muchos encontronazos».
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