domingo, mayo 5, 2024
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El castellano ya no es un idioma maldito en el Parlamento catalán

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30 de octubre de 1996. Julio Ariza, diputado del PPC, sube al atril en el Parlamento catalán y se dirige a sus señorías en castellano. Diputados de CiU, ERC y el Partido para la Independencia abandonan su escaño, indignados. “Això no, si us plau, que hi ha nens, que hi ha nens!” (“No, por favor, que hay niños, que hay niños”). Coincide que un grupo de escolares visitan la grada de invitados. El diputado nacionalista, Joan Aymerich, desde las cortinas de la salida se rasga las vestiduras.

Hoy, casi veinte años después de este tenso momento en la Cámara regional, hablar en castellano ya no es un pecado capital. Tampoco motivo suficiente para que los nacionalistas e independentistas abandonen airadamente sus escaños. Pero aún “escuece”, advierte Carlos Carrizosa, diputado de Ciudadanos, la primera formación en tratar con “normalidad” la cuestión lingüística en el parlamento catalán. “En Cataluña tenemos la riqueza de tener dos lenguas. Usar ambas con naturalidad es lo normal y lo que se debe de perseguir”, insiste Carrizosa.

Ciudadanos llegó al Parlamento catalán en 2006. Respaldado por 89.840 votos y 3 escaños. Y el castellano volvió a oírse en la cámara regional. Esta vez no de forma residual, ni como motivo de denuncia, sino que su líder, Albert Rivera, normalizó sus intervenciones parlamentarias en castellano. Desde la formación naranja aseguran que tras esta decisión no se esconde “ninguna estrategia políticas”. Carrizosa asegura que en su grupo parlamentario hay quien habla en castellano, quien lo hace en catalán o quien cambia el idioma “dependiendo del momento”.

“Al principio no sentó bien. Hubo quien solía criticar que se oía mucho el castellano en el parlamento”, insiste el diputado de Ciudadanos.  “En 2006 y 2007 provocaba mucho escozor. Y hoy esto sigue siendo un pesar para los nacionalistas”, remata Carrizosa, quien, sin embargo, reconoce que la situación ha cambiado en la Cámara regional. El inicio del proceso independentista en Cataluña, que se concretó el pasado 9 de noviembre con la aprobación de la resolución rupturista, ha provocado cambios incluso en el uso del catalán en el parlamento regional.

Hoy los independentistas también han encontrado en el castellano un importante aliado. El objetivo: reunir el mayor apoyo posible en su cruzada independentista. Después de décadas criticando el uso del castellano en la política catalana, ahora cuentan en sus filas con Eduardo Reyes Pino (64 años), presidente de la asociación 'Súmate', un colectivo satélite de ERC, y conocido castellanohablante. “Esto se ha encajado, por el momento, sin recibir críticas, ni malas caras. Es un cambio de táctica por parte de las lista independentistas, que quieren mostrar su cara más amable con aquellos que hablan castellano”, explica Carrizosa.

Ciudadanos reconoce que la política del partido ha sido y sigue siendo utilizar el castellano para transmitir los mensajes que “consideramos que tienen interés nacional”. Lo acaba de hacer la nueva portavoz de Ciudadanos en el Parlamento catalán, Inés Arrimadas, durante sus intervenciones en el pleno de investidura de Artur Mas. “Hay afirmaciones que es conveniente hacerlas en castellano para que tengan más resonancia en toda España”, insisten en Ciudadanos. Arrimadas combinó el castellano y el catalán, aunque en la formación insisten en que se hace sin pactar, ni planificar. “Sólo utilizamos la lógica”, sentencian.

Una estrategia a la que también se ha sumado el Partido Popular en los últimos meses.  Los conservadores se han dado cuenta de que Ciudadanos lidera el mensaje españolista en Cataluña; y que eso les ha hundido definitivamente. Los de Albert Rivera no sólo lograron el pasado 27 de septiembre convertirse en el principal partido de la oposición con 25 escaños, sino que las últimas encuestas electorales alertan de la irrupción de Ciudadanos en la esfera nacional. Alicia Sánchez Camacho ya comenzó a hacer intervenciones en castellano en su última etapa, y Xavier García-Albiol está siguiendo la misma estela.

El catalán en el sistema educativo

Karl Marx decía que la historia se repite dos veces: una como tragedia y otra como farsa. Y de nuevo, el motivo que en 1996 llevó a Ariza a vivir uno de los momentos más incómodos de su vida política, sigue siendo motivo de tensión en la Cámara regional. Cuando Ciudadanos tiene que identificar los momentos más incómodos vividos por la formación debido al uso del castellano lo tiene claro: la visita de escolares al Parlamento.  “Hablar en castellano delante de estudiantes concita críticas, no sólo dentro del Hemiciclo, sino también en el sistema educativo, que es muy refractario a la utilización del castellano”, relata Carrizosa, quien asegura que su formación ha sido objeto de críticas en las redes sociales, en concreto por parte de los profesores que acuden a esas visitas en el 'Parlament', aunque sólo una parte de su intervención fuera en castellano y el resto en catalán.

La propuesta de Ciudadanos respecto a la política educativa en Cataluña es clara: enseñanza trilingüe. Que las lenguas vehiculares sean el castellano, el catalán y el inglés. ¿El problema? Que “existe una resistencia muy grande por parte de los partidos nacionalistas” a darle el mismo valor al castellano y al catalán.  “Nacionalistas y socialistas defienden a capa y espada la inversión lingúistica, que es un sistema que resulta anticuado y cuya motivación no es otra que la política”, lamentan los de Albert Rivera.

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