Los parados mayores de 55 años han recibido un jarro de agua fría tras la entrada en vigor, el pasado 1 de abril, del decreto-ley que endurece el acceso al subsidio una vez agotada la prestación por desempleo. Aunque la medida no afecta a los que ya lo cobran, sino a los nuevos solicitantes, supone un duro revés para un colectivo especialmente vulnerable que tiene muy difícil encontrar trabajo en un mercado laboral que les ha marginado por su edad. La aplicación de esta medida afectará a uno de cada cinco desempleados de más de 55 años, situándoles al borde de la exclusión social.
La medida afectará a uno de cada cinco desempleados de más de 55 años
Los nuevos requisitos de esta medida limitan la ayuda de los 426 euros a los mayores de 55 años, ya que para cobrarla no se tendrán en cuenta –como hasta ahora- únicamente los ingresos del perceptor, sino los de la unidad familiar. Para tener derecho al subsidio, la renta familiar, dividida entre el número de miembros, deberá ser inferior al 75% del Salario Mínimo Interprofesional, sin las pagas extraordinarias (484 euros mensuales por persona). De tal manera que el parado mayor de 55 años no podrá percibir la ayuda, si su cónyuge o hijo menor de 26 cobra más de 967 euros al mes o con dos familiares que cada uno cobre más de 725.
Medidas «restrictivas»
“Tarifa plana para ciudadanos que quieren trabajar y no tienen la posibilidad de ser contratados, vivirán con sus familias con 484 euros por cabeza. No se pueden aplicar de ninguna manera medidas tan restrictivas cuando no se han implementado las medidas necesarias para favorecer nuestra inserción laboral”, lamenta Ángeles Antón, presidenta de AMPEM, Asociación Madrileña de Mayores de 50 años, creada hace casi un año con el fin de reivindicar su derecho al trabajo.
La retirada de este subsidio supone además que los parados afectados también perderán esos años de cotización, lo que afectará de manera sustancial a la cuantía de su futura pensión, incluso en algunos casos puede provocar que no lleguen al periodo mínimo para percibir toda la prestación, cuyo computo se incrementa progresivamente de 15 a 25 años. “Por si esto no fuera suficiente, se amplían los años de cotización para acceder a la jubilación anticipada a términos absolutamente desproporcionados y se fija la edad de jubilación forzosa hasta que las fuerzas resistan. ¿Qué despropósito es este? Esta medida es ignominiosa, brutal y carente del más mínimo respeto al ser humano”, afirma Ángeles.
Medidas tan agresivas nos dejan en riesgo de exclusión social, viviendo de la nada
Este colectivo viene padeciendo desde hace años el olvido de todos los partidos políticos -los gobiernos por acción y la oposición por omisión-, así como la aplicación de unas medidas que han torpedeado su regreso al mercado laboral. “Si antes estábamos abocados a la exclusión laboral, ahora con medidas aun más agresivas estamos en riesgo de exclusión social, viviendo de la nada o de la beneficencia”, denuncia la presidenta de AMPEM.
AMPEM no va a cejar en su empeño por ver reconocidos sus derechos tras largos años de trabajo y cotización. Por eso ha dicho “basta ya” a tanto “engaño” por parte de la Secretaria de Estado para el Empleo, Engracia Hidalgo, quien les prometió una vía de diálogo que se desvaneció con la aprobación de la reforma en el Consejo de Ministros, y han decidido pasar a la acción ante la falta de empatía de los políticos y el silencio de los medios de comunicación.
Recogida de firmas
El pistoletazo de salida de sus reivindicaciones tendrá lugar este sábado 6 de abril a partir de las 11:00 de la mañana, en la Puerta del Sol de Madrid, con una campaña de recogida de firmas para exigir la eliminación de la última medida del Ejecutivo. El domingo, entre las 11:00 y las 14:30, volverán de nuevo al corazón de la capital para continuar con su lucha. Una lucha que ya está recibiendo el apoyo de muchos colectivos de jóvenes para cederles sus espacios para celebrar charlas, reuniones y otras actividades.
Alzaremos la voz contra una reforma «injusta» e «inmoral»
Ángeles y el resto de miembros de AMPEM invitan a todos los ciudadanos a sumarse a esta iniciativa porque “es una medida que tarde o temprano nos afectará a todos”. Conscientes de que son como “un grano de arena en la inmensidad del desierto”, advierten de que están henchidos de fuerza y coraje para alzar la voz contra una reforma “injusta” e “inmoral” que deja desamparados a miles de españoles entre los 55 y los 67 años. “Seguiremos luchando por recuperar nuestros derechos, esos que entre unos y otros han ido dilapidando, porque queríamos y queremos seguir trabajando”, sentencia Ángeles Antón.
Samuel Jiménez