Cualquier mujer puede encontrar motivos para que optar por un tratamiento de Spa de la mama le resulte agradable y beneficioso desde el punto de vista no sólo físico, sino también mental y emocional.
La expresión Spa parece proceder de la locución latina “Salutem Per Aquam”, que resume la pasión romana clásica por los baños públicos como fuente de salud a partir de tratamientos con agua a diferentes temperaturas y presiones.
Junto al agua (columna de hidromasaje), es fundamental la utilización de aromaterapia (con aceites esenciales puros, micronizados de plantas naturales, hidrolatos y gandióleos). Todo ello está presente en la limpieza, tonificación, exfoliación y envoltura, y se complementa con Masaje superficial, pausado, y termoterapia.
Este tratamiento dermo-cosmético de la región mamaria y zonas adyacentes fue ideado, en principio, como indicación para la recuperación de una cirugía mamaria reconstructiva (tras una mastectomía por cáncer de mama), y posteriormente, también se ha utilizado después de la cirugía mamaria estética (aumento, reducción, asimetrías, etc.).
En estos casos, la mujer ha sufrido una intervención quirúrgica, que conlleva molestias postoperatorias variadas. Ha soportado una tensión emocional importante por entrar en un quirófano, anestesia, nervios de los familiares, etc. Según el caso, tiene que hacer un reposo relativo durante unas semanas con las consiguientes contracturas musculares. Y debe contribuir al cuidado de las cicatrices con los consejos de su médico.
Por todas esas razones, un nuevo tratamiento que “mime” a la mujer después de esta dura prueba, tanto física como emocional, puede ser vivido como, un oasis , un regalo merecido, que ayuda a restablecer de forma natural, la armonía en ella.
De forma complementaria, también se benefician de este tratamiento, aquellas mujeres no intervenidas, tras adelgazamiento, postparto o lactancia.
Todo comienza a partir del mes de la operación, en el caso de que la haya habido, con una historia clínica, para decidir el tratamiento personalizado más indicado para cada mujer. También se repasan los ejercicios de tonificación y estiramientos que se enseñaron a la paciente para antes y después de la operación para tratar de evitar las contracturas que suelen producirse por el periodo necesario de inmovilización tras la intervención. Esas molestias de hombros, cuello o espalda también pueden mejorar en pacientes no operadas.
El tratamiento dura algo más de una hora, y se realizan en una entorno especial, con aroma, música y luz exclusivos: la sala ámbar.
• El tratamiento cuarzo rosa estimula la circulación sanguínea y linfática y renueva la piel de la zona.
• A su vez, el tratamiento rubí mejora el tono muscular, combatiendo la caída de la mama.
• El tratamiento turmalina ayuda a regenerar la piel y el tejido subyacente de la mama en el caso de que haya sido necesaria radioterapia. También nos alivia a cualquier nivel corporal ante sobre-exposición y quemaduras solares.
Después de cada sesión, la paciente podrá descansar y reponerse en la zona de Relajación que le va a permitir, tras unos minutos, incorporarse a su vida cotidiana con una nueva sensación de bienestar.
“Porque la Mama es muy importante para la mujer.”
Dr. Jorge Fernández Delgado (Cirujano Plástico y Estético)
Director Médico Centro Integral de la Mama
C/ Castelló, 41 (28001-Madrid)
Tel: 915766320 / Fax: 914356072
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Web: www.centrocim.es
Dr. Jorge Fernández Delgado (Cirujano Plástico y Estético)