Los cuatro presuntos miembros del «comando Otazua» detenidos el pasado 1 de marzo en Vizcaya declararán hoy en la Audiencia Nacional por el asesinato del policía Eduardo Puelles y por el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Burgos, han informado fuentes jurídicas.
Daniel Pastor, «Txirula»; Íñigo Zapirain, «Aritza»; Beatriz Etxebarria, «Kot», y Lorena López prestarán declaración ante el juez Fernando Andreu, según las mismas fuentes.
Tanto en su declaración ante la Guardia Civil como posteriormente ante el magistrado Fernando Grande-Marlaska, Zapirain admitió que el comando había cometido un total de dieciséis atentados, incluido el asesinato de Puelles en Arrigorriaga (Vizcaya) el 19 de junio de 2009, mediante la colocación de una bomba-lapa en su vehículo.
El presunto etarra también reconoció su participación en el atentado de Burgos, perpetrado el 29 de julio de 2009. En este caso, además, existen numerosos efectos que relacionan a los detenidos con esta acción criminal, según aseguraba Grande-Marlaska en el auto en el que ordenó el ingreso en prisión incondicional de todos ellos.
El juez explicaba, por ejemplo, que «es significativa la presencia», en el domicilio de Pastor y López, «de una carpeta de cartón marrón de la copistería Calleja, sita en la Avenida del Cid Campeador número 31 de Burgos», establecimiento que «se encuentra a muy poca distancia del lugar de colocación de la furgoneta-bomba, en la cercana calle Jerez, a escasos mil metros».
Además, en la vivienda que ocupaban Zapirain y Etxebarria «fue incautado un plano callejero de la ciudad de Burgos» con la anotación manuscrita Sanfran/Yagüe en tinta azul, que «a todas luces, se corresponde con la intersección de la calle San Francisco con el Hospital General Yagüe, en Burgos, lugar distante poco más de trescientos metros» del sitio donde se aparcó la furgoneta-bomba.
El auto recordaba asimismo que el atentado dejó «más de sesenta heridos» y causó «cuantiosos daños materiales».