De los cerca de 1.000 vuelos diarios previstos, se anularán unos 360 vuelos domésticos y unos 70 vuelos internacionales durante los dos días de paros.
El aeropuerto más afectado será Madrid-Barajas, con un total de 210 vuelos cancelados, seguido de el de Barcelona-El Prat, con 57 vuelos suprimidos.
Las mayoría de los vuelos cancelados afectan a rutas domésticas desde la capital a Barcelona; Málaga, Sevilla, Granada y Jerez; a Alicante y Valencia; a Santiago, A Coruña y Vigo; a San Sebastián y Bilbao, a Pamplona, a Asturias y Santander.
Así, para el próximo lunes la compañía ha cancelado unas 220 operaciones, de las cuales unas 180 conexiones corresponden a rutas domésticas y más de una treintena a rutas desde Madrid-Barajas a las principales capitales europeas como Lisboa, París, Londres, Bruselas, Ámsterdam o Frankfurt. Asimismo, se han suprimido vuelos intercontinentales a Nueva York, Sao Paulo y Buenos Aires.
Los vuelos suprimidos en el aeropuerto de Madrid-Barajas para el lunes alcanzan el centenar, mientras que en el aeropuerto de Barcelona-El Prat rozan la treintena.
En cuanto al martes, día 27, los vuelos cancelados son unos 210, de ellos más de 170 pertenecen a las rutas domésticas y más de una treintena a las rutas europeas e intercontinentales. Para ese día, igualmente se han suspendido un centenar de vuelos en Madrid-Barajas y una treintena en el aeropuerto de Barcelona-El Prat.
Los vuelos de Iberia operados por Vueling, Air Nostrum y otras compañías en código compartido no se verán afectados por la huelga.
Iberia, que lamenta los inconvenientes que la huelga puede ocasionar y asegura que hará «todo lo posible para minimizar su impacto», ha flexibilizado las condiciones de las tarifas para facilitar los cambios a los clientes que tengan que volar esos días. De esta forma, los pasajeros con billetes para los vuelos afectados podrán solicitar cambios de fechas o reembolsos hasta el próximo 15 de noviembre, con una validez para el nuevo billete, en su caso, hasta el 31 de marzo de 2010.
Los sindicatos presentan queja ante el Ministerio
De esta forma, los sindicatos acusan a Iberia de considerar que los vuelos de posicionamiento y de situación son «de cuenta y riesgo» del tripulante, mientras que el comité asegura que dichos vuelos, en caso de ser programados en día de huelga, son a cargo de la compañía, que tiene que garantizar el desplazamiento de los TCP afectados con asientos reservados.
«Iberia debe garantizar estos vuelos pero la dirección de la compañía dice que no quiere financiar la huelga», señalaron fuentes sindicales a Europa Press.
Por otro lado, CTA y Sictpla ha denunciado ante Fomento que la aerolínea ha programado cursos, «nunca impartidos a TCP anteriormente», durante los días de huelga, «en clara sustitución de los servicios de vuelo cancelados».
«Los TCP sin programación de servicios mínimos y que quieran ejercer su derecho a la huelga no podrán hacerlo al programar la empresa ‘cursos’ para los TCP sin programación de vuelos», explicó el comité de empresa.
Además, los sindicatos aseguran que Iberia «limita» los movimientos del comité de huelga al circunscribir sus actuaciones en determinadas zonas de firmas y además ha eludido facilitar al comité todos los listados que le permitan comprobar el seguimiento de los paros.
Más adhesiones a la huelga
Según se van confirmando los avances del plan de viabilidad de Iberia, se van generando «más adhesiones» a la huelga de TCP, aseguraron fuentes del Sitcpla a Europa Press.
Sin embargo, desde el comité de huelga aseguraron que su intención es «negociar hasta el último minuto» y que sigue esperando «gestos de acercamiento de posiciones por parte de la dirección».
«Los TCP somos el colectivo mayoritario de esta compañía y claves en una operación de vuelo, por este motivo la dirección de Iberia debería poner fin a la trayectoria de discriminaciones laborales y salariales a las que nos hemos visto sometidos con el anterior plan director», insistieron desde los sindicatos.
En este sentido, CTA y Sitcpla aseguraron que «lamentan las molestias» que ocasionarán a los pasajeros de Iberia durante las jornadas de huelga, pero señalaron que los paros han sido «la única alternativa que la dirección de Iberia ha dejado a los TCP después de las discriminaciones a las que están siendo sometidos con el anterior plan director y con las medidas que se van avanzando del plan de viabilidad».
Por su parte, Iberia apuntó que, cuando la crisis económica está afectando tan «severamente» al sector aéreo y a la economía en general, los sindicatos CTA Y Sitcpla han solicitado subidas salariales «incompatibles» con la situación de la empresa y del entorno económico actual; y han convocado una huelga que ocasiona «graves perjuicios a los clientes y a la compañía, antes de que Iberia haya podido presentar un plan que garantice su futuro».
«La compañía sigue intentando evitar una huelga que es injustificada, y hace un llamamiento a la responsabilidad de los sindicatos convocantes para que definitivamente no se produzca», recalcó la aerolínea en un comunicado.