Por ello, el despacho considera que la oferta del Santander de canjear las inversiones iniciales por participaciones preferentes «no es suficiente», ya que además el valor de los productos que se les quiere colocar «es del 40% de su inversión inicial y los clientes deben renunciar a las plusvalías generadas» por sus fondos.
El socio de Jausas Jordi Ruiz de Villa señala que el Santander tampoco establece ninguna garantía de complementar la indemnización en el caso de que obtuviera de HSBC una indemnización superior al valor de dichas preferentes.
Además, señala que no existe garantía de que el Banco Santander ejercite la opción de compra de las participaciones preferentes a los 10 años, por lo que los clientes pueden quedar vinculados a la entidad financiera por un período de tiempo indefinido.
«Las preferentes constituyen un valor financiero con un riesgo muy superior al teórico riesgo de inversión que el Banco Santander comunicó a sus clientes al invertir en Optimal», señala Ruiz de Villa, que añade que las preferentes no son un instrumento financiero adecuado para el perfil inversor de los clientes, mayoritariamente conservador o moderado.
El despacho catalán recuerda también que la oferta del Santander no alcanza a los inversores institucionales, «que se han visto igualmente perjudicados por la negligencia en la gestión».