La inmensa mayoría de los tenistas estarían dando palmas con las orejas si hubiesen ganado 49 partidos en un año, con 16 derrotas y tres títulos en su casillero. Sin embargo, la mentalidad ganadora de Rafa Nadal no le permite perder ni un solo partido.
Además, el tenista balear tiene muy mal acostumbrado a sus fans y al público en general. De hecho, en los últimos tiempos está sufriendo la crueldad máxima que existe en España en torno a los deportistas exitosos. El ‘rey de la tierra’ sabe mejor que nadie que aquí la gente encumbra y hunde a sus ídolos con demasiada facilidad.
“Durante muchos años he escuchado cosas muy muy buenas sobre mí, ahora no tan buenas pero no hay ningún problema. Sé quién soy y sé lo que he hecho. Y sé lo que intento hacer para seguir. Cuando uno hace todo lo que puede no está obligado a más. También digo que, con respeto, todas las opiniones son válidas. Y a veces esto último ha faltado”, explicó el actual número cinco del mundo en una entrevista concedida a Marca.
Sin embargo, parece que a Rafa no le importa mucho lo que le puedan decir los psicólogos deportivos y que sigue pensando que estos especialistas no le pueden ayudar. Confía en su fortaleza mental y parece que incluso le molesta que le aconsejen que trabaje con un profesional. “Si se planteara acudir a un psicólogo forma parte de mi vida privada que no diría en público. Nunca he hablado de cosas personales públicamente, tengo una vida pública que es la deportiva. La personal son cosas mías. Intento mantener mi vida privada al margen y si entiendo que si tengo que recurrir a un psicólogo forma parte de la faceta privada”.
Con Toni, al fin del mundo
Asimismo, la mejor raqueta española de la historia volvió a reiterar su deseo de seguir ligado profesionalmente a su tío. “Me veo acabando mi carrera con Toni”, aseguró para cerrar el debate. Por otro lado, Nadal no confirmó que piense en contratar a Moyá como parte de su equipo. “Respecto a Carlos, tengo una gran relación de amistad y sus opiniones siempre son y serán válidas. No sé lo que pasará en el futuro. Evidentemente, las cosas están como están y yo estoy contento así. Hoy en día voy con lo que tengo y creo en lo que tengo”.
En cambio, Nadal sí reconoce que su entrenamiento se empieza a adaptar a su edad, ya que se acerca a la treintena y ya no vale con hacer lo mismo que cuando empezó en esto. “Ahora estamos entrenando cosas más específicas que no habíamos hecho estos últimos años. Restando más adelante, intentando perder menos pista. Cosas que ya hice en Pekín y que voy intentando, aunque no salen perfectas. Pero creo que de aquí al año que viene tengo tiempo suficiente para seguir perfeccionando los cambios”, contó el tenista que ya tiene garantizada su presencia en Londres.
Por último, Rafa se mostró muy confiado en que su progreso en los últimos partidos tendrá continuidad en 2016. “Sé que si puedo seguir entrenando de esta manera, las cosas la próxima temporada pueden ser distintas. Yo a nivel mental y físico me siento mucho mejor que durante el año”.