Los que sólo veían el programa por comprobar si habría o no sexo en esta edición ya pueden dejar de verlo. Los dos últimos grandes candidatos a practicar el amor en esta entrega, Jorge y Steisy, han confirmado que no hay nada que hacer.
Él, que se convirtió en el primer líder del equipo después de la unificación, y tras una intensa prueba en la que tuvo que competir hasta el final con Carla y en la que acabó completamente mareado, «veo pajaritos», precisaba a Jorge Javier de su compañera que «no es mi tipo, me pone pero no puedo decir que me guste. Hay tensión sexual no resuelta”.
Quizás por ello el concursante nominaba de manera sorpresiva a la chica que le «ponía», al tiempo que indicaba que «ahora se lo voy a decir a ella pero te digo que ahora sí que no mojo”. Steisy no sólo lo confirmaba sino que puntualizaba que Jorge sólo le gustaba «para un buen apaño».
De todas formas, de momento ambos tendrán una semana más para solventar la cuestión, ya que la chica tendrá que contar con la benevolencia de la audiencia para seguir, al estar nominada junto a Dulce y Yola.
A esta última la jugó una mala pasada el presentador de la gala, a la que 'asustó' con la retirada por su caída de espaldas de esta semana, «sabemos que en principio tú te encuentras bien y te gustaría quedarte pero nosotros no podemos poner en riesgo absolutamente nada”.
Al escuchar esas palabras, Berrocal rogaba quedarse en el reality: “Pero estoy muy bien por Dios, yo me responsabilizo, me quedo una semana más», momento que aprovechó definitivamente Jorge Javier para tranquilizarla, «Yola deberás hacer las maletas…cuando la audiencia lo decida, te quedas en el programa sin problemas”.
La séptima gala de Supervivientes propició primero el destierro de Víctor Sandoval y posteriormente la expulsión de Miriam por la audiencia, por lo que al primero ya no le pareció tan bien su marcha, al enterarse de que tendría que compartir el Palafito con Yurena. Además, él no será ninguno de los dos agraciados la próxima semana con la visita de familiares y conocidos, algo de lo que sí disfrutarán Dulce y Jorge, que podrán ver in situ a Chabelita y a su madre, respectivamente.
Víctor al menos se agradó por haber dejado atrás su fobia al pescado, «resulta que por primera vez me atrevo a comer pescado, me gusta y me dicen que soy alérgico al marisco. ¿Será porque soy mariscón?«. Sin duda algo mucho más agradable que la confesión de Mila Ximénez, que reiteró que lleva un mes sin ir al baño, por lo que dijo que «tengo otro hijo dentro».
La expulsada, Miriam, protagonizó otro de los momentos de la gala, con las imágenes de su primera discusión con Yurema, después de convivir con ella cuatro semanas. La cantante dijo que «ha sido mi culpa», al parecer por su fobia a las cangrejos. Ahora, ésta tendrá que relacionarse con Victor, el hombre que al principio del programa, después de una bronca con ella, le dijo que para él estaba muerta.
M. A.