Charlotte Gainsbourg es diga hija de su padre Serge y de su madre Jane Birkin. Y si una se acerca a su disco, que es magnífico por cierto, es por su pedigrí personal. Después de ello llega la sorpresa y le gusta lo que se oye y se escucha.
Su título hace referencia a la Resonancia Magnética en referencia a este artilugio radiológico que permitió le curaran de una hemorragia cerebral el año 2007. Por eso es una especie de celebración de la vida después de haber acariciado la muerte. Es una fantasía.
En la canción que da título a su disco se oyen claros los golpes y estertores de la Resonancia Magnética hace cuando se activan sus imanen. Es normal. Y en el y en el resto de las canciones, las trece, suenan, van por el mismo camino.
Son ritmos turbios, sonidos obsesivos y absorbentes, algo de pop, bastante más de folk y sobre todo mucha Chanson que para eso ella es hija de su padre y de su madre.
Las melodías son agrias a veces y muchas veces dulces, dulzonas. Hablan de fantasías, de recuerdos, de inquietudes, nacimiento y expiación del pasado para nacer de nuevo. Sun textos metafóricos que muchas veces suenan oblicuos.
Su sonido envuelve sensaciones misteriosas. Han sido producidas y escritas casi todas ellas por Beck, el rey del pop norteamericano.
Este disco es su segundo trabajo y se le nota madurez. Se le nota su vida en común con el director y actor Yvan Attal y dos hijos que han colaborado con ella en dos temas, en Trick Pony y en Greenwich Mean Time. Todo queda en familia, tanto en la fama que le precede como a la hora de trabajar componiendo o interpretando en estos ‘cortes’.
Después de Charlotte For Ever (1986) hecha con su padre, tras 5´55 (2007), con 37 años se ha hecho ya mayor. Lo hace con voz propia y es una buena evolución, actualización, de Serge y Jane.
Charlotte Gainsbourg
IRM
Because/Warner http://www.charlottegainsbourg.com/