es una buena película. Magnífica. Es una metáfora sobre la vida y la violencia narrada con pulso, rigor y sentido del tiempo y del espacio de los personajes que están inmersos en la historia.
Michael Haneke, el director de Funny Games (1997) de La pianista (2001), de El tiempo del lobo (2003) y Cache (2005) sigue en estado de gracia y hace unas películas inquietantes, capaces de emocionar a los espectadores y hacerlos pensar. Hoy por hoy es uno de los mejores cineastas europeos.
Su metáfora es la de cómo el autoritarismo preparó la llegada del nazismo en Alemania. Por eso describe el totalitarismo y la represión, la humillación, el sufrimiento y la agonía de las cosas que pasan en un pueblo agrícola.
La película es inteligente. Todo se entiende. Eso si, cada cual, según su propia indisocracia, lo toma de una manera diferente. Describe pequeñas guerras y miserias, los matrimonios entre si, entre hermanos, unos contra otros, entre amigos. Como si fuera la antesala de la Gran Guerra que vendrá inevitable. Y es que los hechos ocurren en los años de 1913 y 1914.
La cinta blanca es una película realista y por eso no hay banda sonora. La única música que se oye es la que hacen los actores. Y se hace enseñan las cosas que pasan están vistas en Blanco y Negra.
cuenta el lado oscuro, es decir verídico, de las miserias humanas. Su trama se centra en una cadena de sucesos extraños, nunca aclarados. Hay un accidente provocado, dan una brutal paliza a un subnormal, amenazan a unos niños,…
Todo es presentado como si fuera un despliegue medieval en el que nadie es protagonista y en el que todos tienen algo que decir o por lo menos insinuar. Recuerda a las películas de Dreyer. Todo es descrito en un tono lento provocando un ambiente, una atmósfera, claustrofóbicos. Todo es cine de alegoría. De tesis como se decía antes.
Michael Haneke tres veces ha recibido la Palma de Oro en el Festival de Cannes y sigue haciendo dramas llenos de atmósferas, perturbadoras y sombrías.
Y para ello cuenta la torpe historia de amor entre dos jóvenes, un de ellos el maestro que es el que está el más cercano a conocer y desvelar la verdad. Habla del fiero lazo de lo mismo entre una madre con su hijo.
También el dolor (amoroso también) de un hombre ante la muerte cruenta de su esposa…Es al final la educación social y sentimental de una gente, los niños sobre todo, son los que sufren rigideces, presión absolutista y sin fisuras para que hagan cuando llevan pantalón corto- y siempre- lo que se les ordena.
Michael Haneke habla al fin y al cabo de la violencia y de su jerarquía. Primero la sufren los niños, después serán las mujeres y los animales, es decir los personajes más frágiles. Y verlo en el cine con esa enorme nitidez produce escalofríos.
(Das weisse band)
Guión y dirección: Michael Haneke
Fotografía: Christian Berger
Intérpretes: Christian Friedel, Enrst Jacobi, Leonie Jacobi,…
2009, Alemania, Austria, Francia, Italia, 145 min. www.dasweisseband.x-verleih.de