'No somos ONG's, somos empresas'. Así de sincera fue la directora de Ficción de Atresmedia, Sonia Martínez, cuando el pasado viernes, durante la presentación de Velvet, intentó justificar el que todavía no pudiera garantizar en qué día se iba a emitir la que, con permiso de El tiempo entre costuras, es su gran apuesta de la temporada. Un día antes, el director de Contenidos de Mediaset, Manuel Villanueva, tampoco podía asegurar cuándo programarían B&B de boca en boca, «si la competencia mueve ficha nosotros podemos cambiar la fecha».
Mientras las revistas de televisión se tiraban de los pelos con tanto secretismo (¿a quién le puede interesar comprarse una para ver la programación semanal si ésta no se corresponde con la realidad?), los dos grandes grupos audiovisuales de este país jugaban al gato y al ratón en una partida de ajedrez en la que nadie quería mover ficha primero.
Antena 3 quería hacer competir Velvet con el estreno de la competencia, mientras que Telecinco prefería testar B&B contra El corazón del Océano, presa supuestamente mucho más fácil y accesible. Eso sí, ninguna quería regalarle medio millón de euros a la Administración, la multa que tendrían que pagar si el ministerio les acusara de contraprogramar.
Los de Planeta no tenían claro que la hinchada de La que se avecina dejara de verles si competía con Velvet, y los de los italianos tampoco las tenían todas consigo sobre que la pareja Gonzalo de Castro-Belén Rueda tuviera más adeptos que la compuesta por Paula Echevarría y Miguel Ángel Silvestre.
Así las cosas, y para no pagar, Antena 3 comunicó en la noche del viernes, el último día para cumplir con la normativa de ofrecer su parrilla con tres días de antelación, que el lunes emitiría Velvet, de las 22:25 a las 22:40 horas, y que a continuación iría un capítulo de El corazón del Océano. Así dejaba abierta la posibilidad de que a última hora sí pudiera «alargar» la primera, dando el primer episodio al completo.
Telecinco mordió el anzuelo, o quien sabe si se dejó engañar aun sabiéndolo todo, y anunció que el lunes estrenaría B&B, seguida de una reposición de La que se avecina. Con posterioridad, Antena 3 comunicaba el sábado que el primer día de la semana emitiría el primer capítulo de Velvet, sabeedora de que la ley no multa a las cadenas si éstas no han vulnerado esa norma tres veces en un plazo de diez días.
Mientras Antena 3 cree que tiene todos los ases en la mano para no ser multada, Telecinco reclama para aquella la sanción máxima por contraprogramar, sobre todo recordando que a ellos en 2004 se les impuso una multa de 350.000 euros, la más alta hasta la fecha, por programar Los Serrano en vez de Hospital Central, la serie anunciada en su parrilla, para competir con Aquí no hay quien viva.
Ahora, 500.000 euros, por mucho que todavía sigan ganando, es mucho dinero para ambas cadenas, en tiempos en los que miran cualquier presupuesto con lupa, y por eso, y aunque parezca imposible, hasta la hora de emisión nadie podría poner la mano en el fuego porque hubiera duelo Velvet vs B&B. Son empresas, sí, pero si nadie viera ninguna de sus cadenas a lo mejor sí tendrían que tener por una vez en cuenta al telespectador. Mareos, los justos.
La mosca