lunes, abril 29, 2024
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Cristina de Borbón: Una relación asimétrica

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A veces el amor juega muy malas pasadas. Muchas mujeres que ya peinamos alguna cana que otra sabemos que es lo que sucede cuando una se enamora, y como consecuencia, enlaza su vida a una persona que no es de fiar, que tiene la ética de adorno, vamos, lo que se viene llamando un amoral y un sinvergüenza.

El corazón tiene razones que la razón no entiende. En esta frase podríamos resumir todo lo que le está pasando a una Infanta de España: Cristina de Borbón, que se ha visto imputada por la Justicia, aunque no esté demasiado claro aún el delito porque se la imputa.

Si la Infanta hubiese actuado de otra manera podría haberse evitado la imputación

Esta imputación, si Cristina de Borbón hubiera actuado de otra manera podría haberse evitado. Bastaba que, cuando saltó el escándalo de su marido Iñaki Urdangarín, se hubiese desmarcado de toda la historia. Bastaba con haberle dejado solo. Pero no fue así.

Cristina de Borbón ha aguantado hasta el final – me dicen que vuelve a Madrid, que los niños ya no están matriculados en el Liceo para el próximo curso- ha sostenido el tipo, no porque sea mejor o peor que nadie, eso no es relevante en este proceso personal, sino porque, a pesar de que Don Iñaki – como él se hacía llamar – no fuera un tipo recomendable, ella ha estado tremendamente enamorada de él, y no ha querido, aun sabiendo de las prácticas de su marido, pues a estas alturas de la película, lo que nos queda claro, que ella era conocedora, de éstas y otras andanzas – aun hay mas correos desgraciadamente- del Duque de Palma, poner tierra de por medio y acabar el matrimonio y la relación.

Las relaciones asimétricas en esto del amor, suelen terminar mal, y la relación que ha mantenido la Infanta Cristina con su marido, siempre ha estado muy descompensada. Y no me refiero a que él no fuera de sangre real o perteneciente a la aristocracia, eso es una asimetría muy salvable en los tiempos que corren. No, lo que se percibe desde fuera – y seguro que desde dentro se vería mucho mejor- es que Cristina de Borbón, muy probablemente, se casó enamorada, aunque también advertida, y que Don Iñaki, nunca vio más que una oportunidad en su relación con la Infanta. Una oportunidad que por cierto, ha tirado por la borda, en su desmedida avaricia, y lo que es peor en el aprovechamiento de la figura de su esposa y de la institución que representa, sin medir los daños, ni el sufrimiento, ni las consecuencias, que como estamos viendo son más que desastrosas en todo este asunto tan turbio.

La Infanta, para Urdangarin, siempre fue un instrumento, un medio para lograr sus fines, el vehículo de sus ambiciones personales

Cuando el día 23 de Febrero, en su comparecencia ante el Juez Castro, Urdangarín corroboró y validó los correos que Diego Torres había aportado, pudiendo haber guardado silencio y no declarar sobre ellos, dejó a su mujer a los pies de los caballos, y abocó al Juez a tener que imputarla, y llamarla a declarar, como única salida posible. No había otra para el Juez, a pesar de la oposición del fiscal, que creo que debe tener muy claro, como muchos, lo que le ha sucedido a la Infanta.

Torres y Urdangarín son las dos caras de la misma moneda. Y ambos, han demostrado con todo lo que ya sabemos que están muy, pero que muy lejos de ser personas honorables. Ambos están intentando salvarse de esta quema, de esta pira que ellos mismos han prendido y alimentado, dejando los cadáveres que sean necesarios por el camino. En el caso del Duque de Palma está claro que está dispuesto a arrastrar a su mujer, claro que siempre lo estuvo. La Infanta, para él, siempre fue un instrumento, un medio para lograr sus fines, el vehículo de sus ambiciones personales.

Hay mucho lapidamiento hacia la figura de Cristina de Borbón en estos días, mucha indignación, y mucho de “rasgarse las vestiduras”, pero yo solo os digo una cosa: Dios nos libre de que se nos cruce en nuestro camino sentimental un tipo como éste. La verdad es que yo sigo con la piedra en el bolsillo, y no me atrevo a lanzarla, porque después de meditarlo largamente he llegado a la conclusión de que si el tema me hubiera sucedido a mí, no sé bien que hubiera hecho. Me da miedo seguir pensándolo.

Marta Pastor – @martapastor – Estrella Digital

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Marta Pastor

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