…todo es mohína. Es decir: hay tristeza y mal humor. El refranero español tiene ejemplos para cualquier circunstancia y generalmente acierta.
Una de las causas de las desavenencias e incluso de las rupturas entre las parejas es la aparición de problemas económicos. Mucho más si una parte culpa a la otra de dichos asuntos. Incluso otros inconvenientes de una vida en común, que en tiempos de bonanza o de cierta estabilidad pasan desapercibidos, con la falta de harina, se convierten en insoportables.
Parece ser que esto es lo que les pasa al matrimonio Mohedano (ya saben: el hermano y la cuñada de Rocío Jurado) que pasan por un trance como el descrito, cuyo proceso puede desembocar en un divorcio que está siendo retransmitido cotidiana y cansinamente por Telecinco. Parece ser que tienen hipotecas como el común de los mortales.
Me temo que salvando las siderales distancias, el tema de Catalunya y España está derivando por parecidos cauces. No se me escandalicen con esta analogía. Simplemente me encanta desdramatizar cuando tanta gente se siente perturbada y en consecuencia: lo pasa mal.
Por uno y otro lado la falta de harina supera a cualquier otro sentimiento, siempre más respetable. No existe el romanticismo o la generosidad de unas ideas ya sean de independencia o de unidad. Si unos se frotan las manos con unas posibles ventajas materiales, los otros pronostican un terrible chaparrón a quién pretenda salirse del paraguas. Seguramente los dos están equivocados.
Lo de la independencia, supongo que habría que estudiarlo con planteamientos más profundos, datos más contrastados, visión de futuro y con el respeto, ritmo y afecto debido a tantísimos años de convivencia. Incluso pensando que eso no cambia la geografía. Afortunadamente Catalunya seguiría donde está. En un rincón privilegiado del Mediterráneo.
Mientras tanto el pueblo, por lo menos el de Madrid, se pregunta por donde jugará el Barça las próximas temporadas. Ante esto no me digan que he frivolizado con estas líneas. Me siento muy superado, ya que se olvidan que en Barcelona y en la Liga existe otro equipo que se llama precisamente: Espanyol.
Hasta la próxima semana.
Paco Fochs-Estrella Digital
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