martes, abril 30, 2024
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Messi, jugador de Playstation

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Decía Arsene Wenger tras el partido que enfrentó el martes al Arsenal contra el FC Barcelona en el Camp Nou que Lionel Messi «hace posibles cosas imposibles» y parece un «jugador de Playstation». Minutos antes, el menudo futbolista argentino le había hecho cuatro goles al equipo inglés, eliminándolo de la Champions y dando el pase a semifinales al Barça de Guardiola. «La Pulga» hizo Historia, pues se convirtió en el sexto jugador de todos los tiempos en marcar cuatro goles en un partido de la máxima competición continental. Ave, Messi.

Lo que hace sobre el terreno de juego este chaval de 22 años es un prodigio. Pero sería injusto quedarse únicamente con la habilidad que atesora en sus piernas. La que guarda en la cabeza es aún más diferenciadora del resto.

Muchos intentan comparar a Leo con los «grandes históricos» (Pelé, Maradona, Cruyff, Di Stéfano y, según algunos, Zidane). Otros tratan de buscar equivalencias en jugadores actuales (como Rooney o Cristiano Ronaldo). Pero los que tienden a buscar estas similitudes olvidan que cuando la vida nos regala algo nuevo no hay que inventar una comparación, porque no existe. Por eso es diferente. Por eso es especial. Lionel Messi no se puede comparar con nadie.

Todos los grandes futbolistas anteriormente citados tenían -o tienen- algo en común: un don especial para jugar con un balón. Obviamente, también el de Rosario ha sido tocado por los dioses del fútbol. Pero hay más. Mucho más. Messi es un jugador honesto y mentalmente sano. No le afectan el dinero ni la fama. No es teatrero o polémico. Siempre guarda un perfil bajo. Sólo destaca por lo bien que juega sobre el campo. Es un chico normal que disfruta con una pelota en los pies. Tiene la misma sonrisa al meter un gol que la que tenía cuando llegó a Barcelona por primera vez.

Cruyff, por su parte, es un hombre de conocido carácter agrio. Zidane terminó su carrera con un cabezazo a un rival en la final de un Mundial que le perseguirá toda la vida. Cristiano Ronaldo es arrogante y presumido, y probablemente uno de los jugadores más odiados de los últimos tiempos. Rooney se vio envuelto en un lío sexual que le costó su relación amorosa. Di Stéfano protagonizó uno de los mayores escándalos de la historia del fútbol antes de venir a jugar a España. Pelé armó una revolución en el fútbol brasileño que casi le cuesta la exclusión de Brasil del Mundial 98. Y para qué hablar de Maradona, cuyo currículum no necesita comentario. Todos ellos han tenido, por unos motivos y otros, momentos escandalosos en sus vidas deportivas. Y no es que sean peores por ello. Pero lo cierto es que el pequeño ’10’ del Barça no tiene un solo borrón en su todavía breve -pero intenso- historial.

Estamos ante el que probablemente sea el mejor jugador de todos los tiempos. Un hombre que se dedica únicamente a lo que de verdad tiene que hacer. Sale, juega, enamora y se va. Como un auténtico jugador de Playstation. Wenger tenía razón. www.miguelangelrodriguez.net

Miguel Ángel Rodríguez

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