Tyree King, un adolescente de raza negra de tan sólo 13 años de edad, ha muerto tras recibir varios disparos de un agente del cuerpo oficial de policía de Columbus, en Ohio. Los hechos tuvieron lugar alrededor de las ocho de la tarde del pasado miércoles, cuando una patrulla recibió una llamada telefónica que avisaba de un robo a mano armada por un grupo de personas, una de las cuales parecía portar consigo una pistola.
Los oficiales rastrearon la zona hasta toparse con tres jóvenes afroamericanos que encajaban con la descripción dada por la víctima de robo. Dos de ellos intentaron huir, pero fueron acorralados por los agentes en un callejón, donde, según palabras de uno de los policías, “uno de los sospechosos sacó una pistola de su pretina”, momento en el que el oficial abrió fuego repetidas veces.
El cuerpo de Tyree King fue rápidamente trasladado en ambulancia hasta un hospital de Columbus, que notificaba el fallecimiento a las 20:22. El comunicado policial respectivo a la muerte del joven ha tenido lugar a primeras horas de la mañana.
Detectives han inspeccionado el área donde tuvo lugar el altercado. Allí se dieron cuenta de que el supuesto arma era una pistola de aire comprimido. Kim Jacobs, jefa del cuerpo de policía de Columbus, ha comunicado que “no es fácil discernir si la pistola del agresor es o no de verdad, y que ante un supuesto robo a mano armada, los agentes han de estar preparados para neutralizar a un sujeto dispuesto a disparar”
El agente responsable, identificado como Bryan Mason, ha sido dado de baja por causas administrativas por al menos una semana, ya que la investigación aún sigue abierta y será un juzgado el que estime conveniente si se le atribuyen cargos por crimen. En su historial como agente aparecen otro tipo de altercados: fue despedido del cuerpo en 2006, se ha visto involucrado en varios tiroteos y ésta es la segunda vez que mata a un sospechoso.
Darío Vázquez