La ciudad estadounidense de Cleveland ha llegado a un acuerdo para indemnizar con 6 millones de dólares (5,3 millones de euros) a la familia de Tamier Rice, un niño negro de 12 años que fue abatido a tiros por la Policía después de que un agente confundiese su pistola de balines con una de verdad.
El caso se remonta a noviembre de 2014, cuando Rice falleció en un tiroteo que reavivó las críticas contra las fuerzas de seguridad y su actuación contra la comunidad afroamericana. Inicialmente, el Ayuntamiento negó cualquier responsabilidad en estos hechos.
Sin embargo, la ciudad ha llegado a un acuerdo con la familia para pagar 6 millones de dólares, de los cuales 3 serán abonados este año y otros 3 al siguiente, según el documento presentado en los tribunales este lunes.
Los abogados de la familia han confirmado el acuerdo y han dicho que, aunque es «histórico» por su cuantía, «ninguna cantidad puede compensar de forma adecuada la pérdida de una vida». «En una situación como ésa, no hay cierre o justicia. Nada traerá de vuelta a Tamir», han afirmado en un comunicado.
El alcalde de Cleveland, Frank Jackson, también ha coincidido en que «no hay dinero que pueda equivaler a la vida de un niño de 12 años», según NBC News. Preguntado ante los medios por si este pacto implica la admisión de responsabilidad, Jackson se ha limitado a apuntar: «Es la forma legal de hacer las cosas».
Las autoridades han querido dejar claro, no obstante, que la medida de conciliación no afectará a las investigaciones disciplinarias abiertas contra los policías implicados. Un gran jurado rechazó presentar cargos contra los agentes que participaron en la operación, atribuida a una «tormenta perfecta de errores humanos».