La polémica se ha desatado en el mundo del fútbol español tras un acto protagonizado por el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales. El líder de la federación ha sido denunciado por Sumar ante el Consejo Superior de Deportes (CSD) por lo que se describe como un posible acto de agresión sexual hacia la jugadora Jennifer Hermoso tras ganar la final del Mundial femenino.
La formación política Sumar ha manifestado su rechazo a la conducta de Rubiales y ha solicitado que se adopten medidas contra él, incluyendo su destitución. Además, exigen la implementación de medidas de protección contra la violencia sexual en el ámbito deportivo.
La respuesta inicial de Rubiales fue minimizar lo ocurrido, calificando las críticas como exageradas. Sin embargo, ante la magnitud de la controversia, ofreció disculpas públicas a través de un video. A pesar de sus disculpas, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, expresó que estas no son suficientes y enfatizó la necesidad de avanzar en temas de igualdad y respeto.
En el ámbito legal, la denuncia presentada sostiene que, como presidente de una federación, Rubiales está sujeto a la ley del deporte. A pesar de que la RFEF es una entidad privada, tiene un carácter especial al desempeñar funciones públicas delegadas por el gobierno español, lo que implica un nivel de responsabilidad y rendición de cuentas superiores.
A raíz de la polémica surgida, la Federación Española de Fútbol (RFEF) ha decidido convocar una Asamblea General Extraordinaria el próximo viernes 25 de agosto en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. El propósito de esta asamblea será discutir las acciones a seguir, tomando en cuenta los protocolos internos de integridad y otros procesos relevantes.
La situación ha causado polémica en el mundo deportivo y revela la importancia de mantener una conducta adecuada y respetuosa en cualquier escenario, más aún cuando se trata de figuras públicas en posiciones de liderazgo.