Alberto Garzón se sale con la suya. La 'minoría absoluta' de Izquierda Unida ha dado luz verde a la fórmula con la que está dispuesta a concurrir el próximo 26 de junio: una coalición electoral con Podemos y otras fuerzas de izquierdas. Esta importante decisión ha sido tomada por el 36% de la Presidencia Ejecutiva Federal, el máximo órgano de dirección de IU entre congresos, y el 28% de sus militantes y simpatizantes. «Esto es lo que se llama finiquitar una organización», advierten fuentes cercanas a Izquierda Unida, que insisten en que ha sido una decisión tomada sin «conocer el programa», ni «los detalles de la negociación» que se está llevando con absoluta discreción por ambas partes.
La pregunta que IU ha formulado a sus bases (20.000 militantes y 50.000 simpatizantes) es la siguiente: «¿Apruebas una coalición electoral con Podemos y otras fuerzas de cara a las elecciones del 26 de junio?» Desde el pasado lunes, estas 70.000 personas estaban llamadas a las urnas, aunque finalmente sólo han participado 20.067, un 28%. Eso sí, entre los militantes y simpatizantes que han votado, el respaldo al plan de Alberto Garzón ha sido mayoritario: han votado sí 16.953 (84,5%), no 2.623 (el 13,1%) y se han abstenido 491 (el 2,4%). La abstención se ha situado en el 71,4%.
Un porcentaje altísimo. Similar al que la organización registró el pasado 27 de abril, cuando le tocó votar a la dirección federal de IU. Entonces, el sí a esta alianza también fue mayoritario, pero la decisión quedó en manos de 27 de sus 75 miembros. Una participación ridícula si se tiene en cuenta que lo normal en este tipo de cónclaves es que participe más del 80% de los miembros. En esta ocasión no se registraron 'noes' pero sí dos abstenciones provenientes del sector de Izquierda Abierta, liderado por Gaspar Llamazares, que entiende esta unión como el «fin» de Izquierda Unida. «Va a ser aplastada por Podemos», es el vaticinio que el exdirigente de IU ha hecho este jueves tras conocer el resultado de la consulta a las bases.
En esta ocasión, pese a que la participación ha sido igual de baja que en la Presidencia Ejecutiva Federal, el sector crítico ha sido más evidente: 2.623 militantes y simpatizantes han dicho «no» a la coalición con Podemos. Un sector crítico liderado por dos importantes corrientes que actualmente ocupan puestos públicos relevantes, como es el caso de Francisco Guarido, alcalde de Zamora, la única capital que logró Izquierda Unida en las últimas elecciones municipales, y Gaspar Llamazares, líder del único feudo que aún mantiene IU. De hecho, ha sido en Asturias donde más porcentaje de voto negativo se ha registrado: un 65,6% de «síes» frente al 30,5% de «noes».
Ahora bien, si hubiera que destacar alguno de los datos de esta última consulta, serían los registrados en Ceuta. Según las cifras oficiales publicadas por la dirección de Izquierda Unida, en la ciudad autónoma sólo han votado 2 personas: una «sí», que según IU corresponde al 50%. Y otra «no», que según la organización corresponde inexplicablemente al 1,92%. «Estas son las cifras en las que tenemos que confiar», advierten fuentes cercanas a la organización.
Una 'minoría absoluta' toma la decisión
Estos datos de participación sólo demuestran una cosa: hastío y resignación por parte de su dirección y militancia. «Está en juego el futuro de Izquierda Unida», advierten desde la organización. Sin embargo, sólo el 36% de la Presidencia Ejecutiva Federal y el 28% de sus bases han participado en este proceso de decisión. Ilusión cero. El último trámite se producirá ya este sábado, cuando el Consejo Político de IU apruebe definitivamente esta alianza. A partir de ahí, y tal y como ha confirmado Garzón, no habrá más consultas, independientemente del contenido del acuerdo final.
Ahora, el reto está en la configuración de las próximas listas electorales y el hueco que ocuparán los garzonistas. «En estas listas sólo estarán Garzón y sus amigos. Gaspar Llamazares, por ejemplo, no les vale», advierten en IU, donde ven a Podemos como «la casa común». «Este es el mal de la izquierda y ya se intentó hacer con el PSOE», advierten en IU, donde insisten en que esta alianza no se tiene por qué traducir en un trasvase directo de votos. «Es la primera vez que IU está dirigida por alguien que nadie ha elegido», lamentan las mismas fuentes, que recuerdan que Garzón fue el candidato de IU a la Presidencia del Gobierno que se presentó a la primarias de Ahora en Común-Unidad Popular. «Hoy, con las Cortes disueltas ya no es nadie», zanjan.