Daniel Fernández, médico de familia desde hace veinte años, ha sufrido tres agresiones de pacientes a lo largo de su carrera. Dos verbales y una física, y las tres en la Comunidad de Madrid. Decidió denunciar los ataques y, por el momento, ha ganado dos juicios. El tercero todavía está pendiente de resolver, por eso prefiere preservar su nombre real de la opinión pública. La suya es una realidad mucho más cotidiana de lo que parece, estas agresiones forman parte de las 361 que se han producido en el último año. “La desprotección que sufrimos ante las agresiones es total y somos muy pocos los que denunciamos”, declara el sanitario a este diario. En ocasiones la solución a estas situaciones suele ser el cambio de consulta del agresor. “Pero puede estar en la consulta de al lado, es decir, sales del centro y te encuentras con la persona que te ha agredido”, explica Victoria Velasco, responsable en prevención de riesgos laborales de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts).
Más de 2.000 agresiones
La primera agresión que sufrió el doctor se produjo en el año 2004 por parte de un paciente que ni siquiera conocía. Según recuerda, un hombre acudió a su consulta en el centro de salud en el que estaba destinado en ese momento y le pidió explicaciones sobre un diagnostico que él no había realizado. “No le había visto nunca. Me preguntó que por qué se le había hinchado la garganta el mes anterior. Le dije que yo podía diagnosticarle sobre lo que tenía en ese momento pero no sobre lo que había ocurrido antes”, afirma el médico. Al escuchar esta respuesta el paciente reaccionó de manera violenta y en tono amenazante: “Me dijo: “¿Que no me conoces de nada? Tu eres un gilipollas, ni eres médico ni nada, te voy a meter una hostia que te vas a enterar”. Denunció y ganó el juicio.
Según el Observatorio de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC), desde el año 2010 se han producido más de 2.000 agresiones a médicos. Los últimos datos registrados por el organismo ratifican que en 2015 se sucedieron 361 casos frente a los 344 de el año anterior, es decir, un aumento de aproximadamente el 5%. Es más, el 32% de los incidentes del año pasado conllevaron lesiones, casi el doble que en 2014. La mayoría de los ataques tienen lugar en el sector público y en Atención Primaria. “En torno al 50% de las agresiones se producen en Atención Primaria y el 32% en hospitales. El 86% en el sector público y el 14% en el privado”, dice la OMC.
El 32% de los incidentes del año pasado conllevaron lesiones
“Me agarró del pecho y me empujó contra la puerta”
La segunda agresión que padeció el doctor fue física y tampoco conocía al paciente. En esta ocasión un hombre le exigió en su consulta un volante de urgencia, que según el médico, no era necesario y se negó a realizarlo. “Fue el detonante para que empezara a insultarme”. El sanitario decidió abrir la puerta de la consulta para tratar de calmar al paciente, pero ocurrió lo contrario. “Al ver público se creció, me agarró del brazo y me dio golpes en la cara para ver si reaccionaba. Como no contesté me agarró del pecho y me empujó contra una puerta. También me amenazó”, asegura.
Después de cuatro años de proceso –comenzó en 2008 y finalizó en 2012- el paciente fue condenado a un año de prisión, al pago de una multa y tuvo que asumir el coste del juicio. “Lo peor es como te quedas psicológicamente, minan tu autoestima. Todos los días en todas las consultas hay amenazas, insultos, etc.”, añade. En estos momentos el doctor se encuentra inmerso en pleno proceso judicial por una agresión verbal que tuvo lugar el pasado mes de agosto.
Las entidades sanitarias piden más contundencia contra los ataques
Las agresiones a sanitarios se traducen en lesiones, amenazas, coacciones, maltrato, injurias y vejaciones y, la mayor parte de los casos por problemas organizativos del sistema sanitario. “Nos agreden porque han esperado mucho tiempo en la consulta, porque no reciben la receta que esperaban recibir o porque consideran que la lista de espera quirúrgica es excesiva. Es decir, por cosas que habitualmente no tienen que ver con el quehacer diario de la medicina”, afirma Victoria Velasco, responsable de prevención de riesgos laborales de Amyts. Además, Velasco también denuncia que los botones anti pánico situados bajo las mesas de las consultas no funcionan.
Los botones anti pánico situados bajo las mesas de las consultas no funcionan
Desde la OMC y Amyts reclaman más contundencia por parte de la Administración para condenar este problema. El pasado mes de julio entró en vigor la reforma del Código Penal que contempla las agresiones a sanitarios que trabajan en el sector público como delito de atentado contra la autoridad. La OMC reconoce que se trata de un avance importante, pero consideran que debe extenderse a los profesionales que trabajan en la sanidad privada y defienden que debe unificarse la tipificación judicial. “Seguimos trabajando para que las agresiones a sanitarios sean consideradas como violencia social, contemplando la consideración de delito contra la autoridad tanto si se producen en el ámbito público como en el privado para que sean penadas con los mismos criterios en todas las Comunidades Autónomas”, exige la organización.