«Tiene que irse». Esta es la sensación que impera en el Grupo Popular del Senado sobre la situación de Rita Barberá. La «indignación» en la formación conservadora es tan evidente que hasta el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, tuvo que pedir este lunes ante su Comité Ejecutivo Nacional que no cundiera la «histeria». Pero nadie se atreve a echar a la todopoderosa exalcaldesa de Valencia. Y menos aún su «gran amigo» Mariano Rajoy. «Es un elemento icónico en el PP. LLeva 30 años en el partido y por eso muchos se sienten cercanos a ella», explican fuentes 'populares' consultadas por Estrella Digital.
Pero lo cierto es que cada día se estrecha más el cerco sobre la 'popular'. Después de las detenciones efectuadas en su entorno más cercano por parte de las fuerzas de seguridad, ahora el juez de instrucción número 18 de Valencia -encargado de la investigación de la 'Operación Taula'- ha dirigido un escrito al Senado en el que pide que acredite la condición de senadora para determinar si es competente para investigarla. La intención del magistrado es interrogar a la exalcaldesa de Valencia por un presunto delito de blanqueo; y podría estar en manos de sus compañeros de partido permitirlo o no.
Por el momento, el PP no ha impuesto ninguna consigna. Pero la sensación generalizada en el Grupo 'popular' del Senado es que se debería «permitir que se siente ante el juez». El proceso es el siguiente: ahora, la Cámara Alta reenviará al Supremo el escrito del juzgado valenciano al entender que éste debió remitirlo directamente al alto tribunal para conocer si la exalcaldesa está o no aforada. Si llega la petición del Supremo, será trasladada a la Comisión de Suplicatorios para que la estudie. Este órgano pedirá a Barberá que comparezca para dar explicaciones, aunque no es obligatorio que lo haga, y aprobará después una propuesta a favor o en contra de retirarle el aforamiento. Será el Pleno -con mayoría absoluta del PP- el que la apruebe definitivamente.
Una votación que será secreta y cuyo resultado dependerá exclusivamente de la decisión que adopten los senadores del Partido Popular. Está en sus manos acabar con el polémico blindaje de la exalcaldesa de Valencia. «La mayoría estamos en contra de que se siga aforando a Barberá», explican fuentes 'populares', que sin embargo, también reconocen que aún no se ha tomado una decisión definitiva a este respecto.
El PP le pide «un paso atrás»
La senadora por designación autonómica lleva sin aparecer por el Senado desde el pasado 13 de enero; y «no parece que tenga ninguna intención de renunciar». A pesar de que éste sería para los 'populares' el escenario más favorable. «Ella tendría que retirarse y salir a dar explicaciones para no perjudicar al partido», insisten las mismas fuentes. Un mensaje similar al que el lunes pasado ya desgranó el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, después de asegurar que está «hasta las narices» de los casos de corrupción que afectan a su partido y reconocer que está siendo «una pesadilla».
Su compañero y expresidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, ha sido el único senador que se ha atrevido, micrófono en mano, a pedir a Barberá «un paso atrás». Pero lo cierto es que el ambiente en la Cámara Alta es de absoluta crispación. Las fuentes consultadas están de acuerdo con el argumento utilizado por Rajoy cuando insiste en el que «80% de los imputados en estos casos finalmente resultan inocentes», pero también creen que el caso de Rita Barberá ya es «clamoroso».