domingo, mayo 5, 2024
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El empleo se olvida de los jóvenes

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La recuperación del mercado laboral también deja sus víctimas colaterales: los jóvenes en edad de trabajar. Las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre de 2015 dejan constancia de una abultada caída del empleo entre las personas menores de 40 años, que contrasta con un fuerte avance durante todo el ejercicio de la ocupación entre los trabajadores más veteranos y de mayor experiencia, cuya demanda por las empresas es creciente.

La EPA publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE) refleja que al cierre de 2015 el mayor aumento de la ocupación se produjo entre los trabajadores de ambos sexos de 55 y más años. En el último cuarto del año este grupo registró 92.000 ocupados más respecto del anterior, avance que equivale a un aumento del 3,34%.

El cómputo correspondiente al conjunto de 2015 evidencia, además, que esa preferencia de las empresas por la mano de obra más veterana no es un fenómeno estacional y atribuible, por ejemplo, a una estrategia captación de trabajadores para la campaña de ventas de Navidad. En términos anuales, las cifras exhiben un incremento de 241.200 en el número de personas empleadas de 55 y más años, que supone un avance del 9,25% respecto de 2014.

Pero no sólo los de 55 y más años logran emplearse. En 2015 también aumentó el empleo respecto de 2014 entre las personas de 50 a 54 años (4,03%, 89.100 personas); de 45 a 49 años (3,59% y 89.700 ocupados más); de 40 a 44 años (4,80% y 131.400 nuevos trabajadores) y de 35 a 39 años, cuyo avance fue mucho menor (0.97%) y sólo benefició a 27.700 personas.

El abismo de los menores de 35

Desde los 35 años para abajo es el abismo del paro el que marca la tendencia estadística. Entre las personas de 30 a 34 años, la ocupación sufrió un descenso interanual del 2,69%, que equivale a 61.600 personas empleadas menos. De 25 a 29 años hay un 2,15% menos de ocupados (34.600 personas).

Los datos son desiguales entre los activos de entre 20 y 24 años. Mientras que en el conjunto del año su ocupación creció un 6,59% (44.500 personas), la escabechina realizada por el paro entre este colectivo en el último trimestre de 2015 fue mayúscula: entre octubre y diciembre el empleo en esta franja de edad cayó un 6,94% en tasa trimestral -el mayor batacazo entre todos los grupos-, lo que supone 53.700 ocupados menos. El análisis de este dato desagregado por sexos revela, además, que el destrozo fue el triple entre las mujeres (con una caída de la ocupación del 10,56% y más de 39.200 personas) que entre los hombres (entre los que el bajón del 3,59% provocó la pérdida de unos 14.400 ocupados).

El análisis desagregado por sexos revela una caída de ocupación entre las mujeres más jóvenes que triplica a la de los hombres

Este progresivo envejecimiento de la población activa ocupada a medida que avanza la recuperación del empleo es patente al analizar los componentes del número total de ocupados, que en el cuarto trimestre aumentó en 45.500 personas, hasta 18.094.200 (un 0,25% más en términos trimestrales). De ellos, 13.489.200 ocupados, el 74,54% del total de los que hoy trabajan, ya tienen más de 35 años.

Temporalidad

El Gobierno saca pecho de las cifras agregadas de la EPA: en los últimos doce meses, la ocupación creció en 525.100 personas y el paro cayó en 678.000 -en buena parte por el descenso de la población activa-, lo que redujo la tasa de desempleo al 20,9%, su nivel más bajo desde 2011. Sin embargo, este rebrote está basado en buena medida en la temporalidad, ya que sólo uno de cada tres nuevos empleos creados en 2015 fueron indefinidos.

La novedad es que por primera vez la temporalidad, antes un problema que se cebaba sobre todo con los trabajadores más jóvenes y sin experiencia, es ahora una característica de los contratos que firman los activos mayores y veteranos. Muchos de ellos gozaban antes de la crisis de empleos estables y mejor remunerados pero los efectos de la última reforma laboral y la ‘devaluación fría’ aplicada a la economía española -con bajadas de costes de producción, sobre todo salariales- para ganar competitividad, ahora se ven obligados a trabajar por menos dinero y con contratos de duración limitada.

“Estamos en la trayectoria correcta”, presumía este jueves en su análisis de la EPA el ministro de Economía en funciones. Luis de Guindos aprovechó los resultados de la encuesta del INE para sacar pecho y distinguir la actual situación del mercado laboral con la de hace cuatro años. En 2011, año en que el PP de Mariano Rajoy llegó al poder, el paro creció en 585.000 personas. La gestión de la crisis realizada por los ‘populares’ es, a su juicio, “el ejemplo más claro del contraste de la evolución de la economía española”.

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