En la última semana los servicios de emergencia, las Brigadas Forestales del MAGRAMA y otros medios de extinción autonómicos han tenido que asistir a la batalla contra el fuego en diversas regiones españolas, donde se han desatado fuertes incendios que ya han arrasado miles de hectáreas. Se estima que muchos de ellos pueden ser debidos a la potente ola de calor que vive España, donde las temperaturas son muy altas y el sol muy intenso.
A la labor de los profesionales mencionados se han unido además en torno a unos 1.000 militares de la Unidad Militar de Emergencias de varias ciudades españolas, que se han desplazado por Zaragoza, Guadalajara, Granada, Castellón y Jaén, las regiones donde amenazaban los cinco mayores incendios forestales que han protagonizado esta semana de calor penetrante.
Los militares se unieron a la actividad de los otros cuerpos especializados el sábado 4 de julio, donde 400 militares de Madrid y Zaragoza, junto al Batallón de Helicópteros de Emergencia del Ejército de Tierra y 43 Grupo del Aire se desplazaron a la localidad granadina de Luna para sofocar el agudo incendio que afectaba a la comarca de “Las Cinco Villas”. Asimismo, este martes otros 59 militares del batallón de Madrid (BIEM I) acudieron junto al dispositivo de la Comunidad Autónoma de Castilla La Mancha al incendio de Humanes, donde ya se encontraban colaborando dos hidroaviones del 43 Grupo.
Otros 143 militares del BIEM III, el tercer Batallón de Intervención en Emergencias, se sumaron además este miércoles al incendio de Montan, Castellón, realizando labores de ataque directo al fuego con autobombas y la Unidad Aeromóvil. El mismo día, otro nuevo incendio declarado arrasaba la localidad granadina de Los Gualchos; y la UME desplegó otros 140 militares del BIEM II que apoyaron la labor de los otros cuerpos de emergencias con un ataque directo al fuego durante toda la noche. Tras conseguir estabilizar ese fuego, la Junta de Andalucía requería de nuevo a las mismas secciones para sofocar en la noche del jueves un nuevo incendio surgido en Quesada, Jaén; al que acudieron otras dos secciones más del BIEM II procedentes de Morón.
En este último frente permanecen aún 250 efectivos del BIEM II intentando luchar junto al fuego de Quesada, mientras que otros 140 permanecen en la extinción del incendio forestal de Montan, en Castellón.
Además del despliegue de la UME, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha desplegado también un amplio dispositivo para la extinción de otros incendios surgidos en La cumbre en Cáceres y Somiedo en Asturias, así como para apoyar la labor de los otros profesionales en Quesada, donde se mantienen cuatro aviones anfibios de 5.500 litros de agua procedentes de Huelma (Jaén) y de Caravaca (Murcia), junto a un avión de carga en tierra de 3.100 litros de la base de Agoncillo en La Rioja. Además, el Ministerio ha mandado un avión de comunicaciones y observación que se conecta con la base de Muchamiel, a la que envía imágenes aéreas a tiempo real de lo que capta, y una unidad móvil de transmisiones y meteorología de Granada.
Asimismo, al incendio de La Cumbre en Cáceres han sido enviados un avión anfibio de la base de Talavera la Real (Badajoz), un helicóptero Kamov de Plasencia, un avión de carga en tierra, de Matacan, y una Brigada de Refuerzo contra los incendios forestales, procedente de la base de Pinofranqueado, también en Cáceres. Al de Somiedo en Asturias se ha enviado también un helicóptero Kamov de Ibias y una Brigada de Refuerzo contra los incendios forestales de Tineo.