Andaban preocupados en el PSOE, pero Patxi, con su ímpetu electoral, ha tirado de Alberto y ha programado las segundas elecciones autonómicas del año, que serán vascas y gallegas. Pachi será el candidato gallego por aclamación. En la cuneta ha quedado José Blanco, Pepiño, el imputado en el ‘caso Campeón’, el ministro que se reunía con empresarios en gasolineras. Patxi lo será en el país Vasco, allí nadie querrá presentarse contra el primer lehendakari no nacionalista. Pero a Pachi le quería amargar la elección Pepiño.
Muchos socialistas estaban alucinando: como se presente este a ver dónde nos metemos. El PSOE quiere cerrar la etapa de ZP, pero lleva cargado a la chepa a Blanquiño, José Blanco, el socialista con hijos en el colegio británico y chalé en la zona pija de Madrid. Y ahora estaba empeñado en ser candidato al gobierno gallego, contra Nuñez Feijóo.
Ya le quiso mover la silla a Pachi en el congreso regional. Le opusieron a una exministra, amiga de Blanco, que perdió. Pero aun así, en la última sesión del comité de los socialistas de Galicia salió Blanco a pavonearse dejando caer que sería candidato y así fastidiarle la reunión a Pachi.
Pero las cosas le han salido mal. Se tendrá que aguantar. De momento ya tiene cargo, al fin y al cabo, está imputado y ser imputado requiere una dedicación. Y además sigue siendo diputado y hasta que se lo han quitado cobraba de exministro. Y sigue enredando por la sede socialista y malmetiendo en los pasillos del Congreso contra este o aquél. Le gusta contar miserias de los otros y ver como caen aquellos que no le hacen la pelota. Todos le han cogido manía, pero muchos no se atreven a decirlo. Es un resentido, un pobre hombre. Y quería ser candidato para vengarse de Pachi, para renacer de sus cenizas y para vengarse, igualmente, del congreso socialista.
En el fondo, Banco odia a Rubalcaba. Y a Valenciano. Y por eso quería tener un nuevo poder, el que la Justicia le ha impedido tener. Podría haber pensado en tener una carrera, pero eso es una pérdida de tiempo. Él quiere el poder para vengarse. Él, el más listo, el hombre que hizo a Zapatero Presidente del Gobierno, y ahora es un pobre hombre con una incultura manifiesta.
En las sedes socialistas de toda España han respirado con alivio: el “conceto” es que con tipos como Blanco, el PSOE nunca será una alternativa. Este iletrado de Lugo, arribista social, y otras muchas cosas que se saben de él, ahora venido a menos, es el primer derrotado de las elecciones gallegas. Y para eso ha quedado, para satisfacción de afiliados y votantes del maltrecho PSOE.