La Pride Barcelona, la fiesta del orgullo homosexual, ha arrancado este domingo en la plaza Universidad como una celebración con miles de personas bailando y disfrutando del espectáculo que los grupos y las carrozas participantes están ofreciendo, pese al intenso calor que hace en la capital catalana.
Este es el tercer año que se celebra la Pride Barcelona, «un ejemplo en cuanto a los derechos de las personas lesbianas, gay, bisexuales y travestidos que ya está en el mapa de las celebración mundiales del Orgullo», según ha explicado una portavoz de la organización.
En esta edición, que se celebra bajo el lema «Salud y respeto por nuestros derechos», se espera que participen de más de 100.000 personas, unas 20.000 más que el año pasado.
Tenderetes con pintura para dibujar el arco iris en los asistentes, un escenario con actuaciones, carpas alertando de la importancia de prevenir el VIH, y hasta la Colla Castellera Salats de Suria han animado la salida de las más de 40 carrozas de organizaciones, partidos políticos y empresas que este año participan en el desfile.
Este año también hay primera vez una carroza de la peña blaugrana de gays y lesbianas, lo que para la organización es un hechos muy significativo porque en el deporte, y especialmente en el fútbol, es donde actualmente hay más homofobia.
Alertar sobre la importancia de prevenir el VIH, es uno de los mensajes que se quiere transmitir este año, al celebrarse 30 años de aparición del primer caso de sida en España, una enfermedad que tuvo un gran impacto durante muchos años entre el colectivo homosexual.
Este año también se ha previsto que tras las carrozas haya un desfile de mascotas disfrazadas, y para ello se ha invitado a todos los ciudadanos a asistir con sus perros y sus animales preferidos, aunque también sirve hacerlo con una foto.
El desfile acaba en la plaza de España donde la cantante Alaska leerá un manifiesto, antes de una fiesta en la que participarán Shimai, autores del himno Prde 2011 «Ride the world», las Grecas, Maxi, Chiper, Roser y Jouel, un artista de Tel Aviv (Israel), que es la ciudad invitada este año a la fiesta de Barcelona.
El artista Enrique del Pozo, que según ha señalado ha estado muy implicado en la organización, asiste a esta Pride porque el martes presenta en Barcelona el documental «El muro rosa» que habla de los problemas de los homosexuales en los años 70 y de lo difícil y el horror que fue vivir en la diversidad en una sociedad que no estaba preparado para ello.
Otro objetivo de la organización es que Barcelona sea en el 2015 la sede de Euro Pride, que reunió en Madrid en el 2007 a casi un millón de personas, una candidatura que se presentará en octubre en Bruselas, y que tienen muchas posibilidades de resultar ganadora por el atractivo y la imagen de la ciudad en el mundo.
Durante unas horas la capital catalana es una ciudad llena de globos de colores, de banderas del arco iris, de carrozas llenas de alegría, de música, de disfraces y de personas que muestran abiertamente su carácter plural.
Estrella Digital/Efe