El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ha enviado a prisión este sábado a los cuatro miembros de Ekin detenidos el martes en Navarra que quedaban por declarar, de los diez detenidos en esta operación.
Según han informado fuentes jurídicas, los cuatro -Iñigo González Etayo, Gorka Zabala Cia, Jon Patxi Arratibel Garciandia y Gorka Mayo Hermoso- están acusados de pertenencia o colaboración a la organización terrorista ETA.
Los cuatro enviados a prisión por Grande-Marlaska se suman a los otros dos detenidos que comparecieron en la Audiencia Nacional este viernes y para los que también se decretó prisión: Iker Moreno, hijo del actual portavoz de la izquierda abertzale, Txelui Moreno, y Mikel Llamas.
Según el juez, estos seis detenidos «son miembros de Ekin desdoblados en Batasuna, Segi y Askatasuna».
Para otros dos de los detenidos se fijó sendas fianzas de 12.000 euros -Edurne Sazo y Koldo García Moreno-, y a otros dos se les dejó en libertad -Javier Beortegui y Oihana Odria Montenegro.
En su auto, Grande-Marlaska afirma que la Guardia Civil detectó un incremento de la labor de dinamización por parte de los miembros de Ekin en la Comunidad Foral durante 2010.
Ello se ha traducido en la existencia de «una estructura dirigente de la izquierda abertzale en la Comunidad Foral de Navarra» que ha trabajado «conforme a las directrices emanadas en última instancia de la banda terrorista ETA», dice el auto.
Las personas detectadas haciendo esas tareas han sido las encargadas de ejecutar la estrategia diseñada por ETA, bien «como militantes de la estructura de Ekin o bien como miembros de Ekin que militan desdoblados».
Lo detenidos en el marco de la operación concluida el pasado martes integrarían el citado espacio de la siguiente forma: Gorka Mayo y Gorka Zabala, en el ámbito de Batasuna; Iker Moreno e Íñigo González, en el de Segi, y Jon Patxi Arratibel y Mikel Llamas, en el de Askatasuna.
Todos ellos habrían participado en reuniones de coordinación con los responsables de Ekin de Navarra ya detenidos, Rosa Iriarte Laset y Eneko Compains Silva, miembros de la dirección nacional de Ekin.
Grande-Marlaska insiste en su escrito en que, de la instrucción concluida, se desprende que ETA mantiene dentro de su entramado criminal un conjunto de frentes consecuencia de su estrategia de «desdoblamiento», pero todos ellos sometidos a sus directrices.
Dentro de esos frentes se encuentra Ekin, dedicada principalmente a la dinamización de las distintas asociaciones ilegales de la izquierda abertzale (Segi, Gestoras pro Amnistia y Askatasuna, entre otras), y dentro de la denominada «construcción nacional» y «bajo las directrices expresas de ETA».