jueves, mayo 2, 2024
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El Banco de España cree que la caída de la actividad y del empleo se moderan

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Sin embargo, el Banco de España advierte de que hay otros componentes de la economía que no terminan de despegar, como el consumo privado o la confianza, tanto de los ciudadanos como de sectores como el comercio.

Así, señala que los indicadores que miden el gasto de los hogares han «interrumpido» la mejoría de los meses precedentes, mientras que la confianza de los consumidores se mantuvo estable en agosto, a pesar de haber avanzado en los cinco meses anteriores, y la de los comerciantes minoristas empeoró ligeramente.

Más optimista se muestra con la inversión, especialmente la destinada a bienes de equipo, que muestra una evolución «algo más favorable» aunque dentro de un tono general «deprimido».

También se modera la contracción de la inversión en construcción, sector en el que la caída del empleo está siendo asimismo menos acusada que antes.

Además, el Banco de España valora que la confianza de los empresarios de la construcción «ha tendido a recuperarse» recientemente, como demuestra la mejora que la encuesta de la Comisión Europea ha registrado entre abril y agosto. Esta mejora podría explicarse, dice el boletín, por la revitalización de la obra civil que ha traído el Fondo de Inversión Local, y que estaría compensando el deterioro de la inversión residencial.

Del lado de la demanda externa, el Banco de España valora que se esté atenuando el retroceso del comercio exterior, y así destaca los descensos menos pronunciados de las exportaciones, que se convierten incluso en mejoras en el caso de las ventas de bienes de equipo. Mientras, el retroceso de las importaciones en julio siguió siendo más elevado que el de las exportaciones, aunque también ralentizaron su caída.

El menor déficit comercial ha permitido que los datos de la balanza de pagos muestren un saldo negativo por cuenta corriente menos pronunciado y que la necesidad de financiación sea un 42% menor a la observada en el primer semestre del 2008.

El Banco de España valora que los descensos de la producción industrial se hayan también atenuado, y que el empleo en este sector muestre una evolución menos negativa como muestran los datos de afiliación y paro. Los servicios, por su parte, también ven ralentizada su caída, tanto en la actividad como en el empleo.

El boletín destaca por otra parte que el coste laboral por trabajador también se ha desacelerado, aunque lo atribuye a la moderación de los costes no salariales.

Apunta asimismo que las tarifas salariales han aumentado hasta agosto un 2,7%, un punto menos que en el mismo periodo del 2008, lo que estaría reflejando, «aunque muy débilmente», el intenso descenso de la inflación y el fuerte deterioro del mercado de trabajo.

Moderación salarial

En este sentido, el Banco de España considera que en el actual contexto de recesión económica la moderación de los salarios en las Administraciones Públicas, de trasladarse al sector privado, facilitaría «el necesario ajuste macroeconómico» y ayudaría a moderar los sueldos en el sector privado, que en los últimos trimestres están experimentando un crecimiento de una «considerable inercia» pese al debilitamiento de la actividad y el repunte del paro.

En su último boletín económico, el organismo supervisor analiza los efectos macroeconómicos de los salarios de los trabajadores del sector público y, entre otros aspectos, concluye que existe un «cierto papel de liderazgo o dependencia mutua» entre los salarios públicos y privados.

Así, sostiene que ante las «rigideces» que existen en la determinación de los salarios y de esta dependencia entre los sueldos públicos y privados, una moderación de los primeros, si se trasladara al sector privado, contribuiría al ajuste macroeconómico y al ajuste de los sueldos del sector privado.

El Banco de España recuerda que las Administraciones Públicas emplean una parte importante del total de los asalariados en España. De hecho, en el 2008 suponían casi el 14% del conjunto de los trabajadores.

Además, la masa salarial de las AAPP representó el 19,4% de la remuneración de los asalariados del total de la economía entre 1999 y el 2008. En términos de gasto público, la importancia de esta variable es incluso superior, pues representa el 24% del total.

Según la institución que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez, la remuneración de los asalariados de las Administraciones Públicas creció de «forma significativa» desde el comienzo de la Unión Económica y Monetaria, con una media del 7,7% entre 1999 y el 2008, por encima de otros países del área euro. En contraste, el crecimiento del empleo público fue más modesto, aunque también superior al de la UEM.

Pese a todo, el Banco de España señala que el peso de la remuneración de los empleados públicos y del empleo público sobre el total de la economía se situó en el 2008 en línea con el promedio de los países del entorno español.

El Banco de España observa que esta partida del gasto público, la de la remuneración de los empleados públicos, se ha comportado de forma procíclica en el pasado, lo que, en su opinión, debería evitarse a través de un «mayor control» de su crecimiento en las fases expansivas. Por su parte, el empleo público ha presentado en España un perfil poco vinculado al ciclo económico y ha mostrado una pauta más estable.

El instituto emisor afirma que, ante el actual deterioro de las finanzas públicas y el necesario ajuste fiscal que se requerirá para volver a sanear las cuentas y teniendo en cuenta además el peso que supone la remuneración de los asalariados públicos sobre el total del gasto público, esta partida de gasto podría desempeñar un papel significativo para lograr la «necesaria consolidación fiscal».

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