El Tribunal Constitucional ordenó el pasado martes la disolución del Partido del Poder Popular (PPP) y de otras dos formaciones de la coalición gubernamental así como la inhabilitación de Wongsawat y de otros miembros de su Gabinete por fraude electoral.
Tras la resolución, los líderes de la Alianza del Pueblo para la Democracia (APD) pusieron fin a ocho meses de protestas, que culminaron con la ocupación de la sede del Gobierno durante más de 90 días y el cierre de los dos aeropuertos de Bangkok, más de una semana.
Los políticos del disuelto PPP, reagrupados bajo las siglas Puea Thai (Patriótico), se han propuesto volver al Gobierno lo antes posible y en este momento debaten el nombre de su candidato a próximo primer ministro.
Lo seguidores de la Alianza, que cuentan con la simpatía de la clase media y la monarquía, les han advertido de que retomarán las movilizaciones si los políticos del extinto PPP, a los que acusan de corrupción y de ser unos títeres del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, vuelven al poder.
Tailandia vive su crisis política más profunda desde que el Ejército depuso a Shinawatra, acusado de corrupción y exiliado en Dubai, mediante un golpe de Estado en 2006.
El Rey de Tailandia, Bhumibol Adulyadej, quien hoy cumple 81 años, canceló anoche su discurso anual tras alegar unos supuestos problemas de salud, lo que dejó una sensación de vacío entre los defensores y detractores del Ejecutivo, que estaban ansiosos por recibir una señal de orientación por parte del monarca, en medio de la crisis.
Por su parte, los seguidores del Gobierno, que se hacen llamar la Alianza Democrática contra la Dictadura, anunciaron que retomarán las protestas en el centro de Bangkok tras la festividad por el cumpleaños del monarca.