El número de mujeres directivas ha crecido tanto en España como a nivel mundial, aunque lo hace a un ritmo lento. Según los datos del Foro Económico Mundial, la cantidad total de directivas en empresas solo ha aumentado un 13% desde 2007. De seguir el crecimiento a este ritmo, la brecha de género tardaría más de un siglo en corregirse.
En el caso concreto de España, cuatro de cada diez puestos directivos están ocupados por mujeres. Lo cual sitúa al país como el segundo a nivel europeo con más directivas, solo superado por Irlanda.
La situación laboral de las mujeres mejora poco a poco, pero las directivas y las empresarias que están al frente de su propio negocio siguen encontrándose con problemas para conciliar su vida profesional y su vida personal, y esto afecta a sus decisiones sobre la maternidad.
Un 42% han retrasado o renunciado a la maternidad
Esade ha publicado recientemente la versión 2023 de su informe Gender Monitor, para cuya elaboración se entrevistó a más de 1.000 mujeres y se les preguntó sobre el equilibrio de genero en sus empresas.
Un 67,2% de las encuestadas afirmó que para seguir progresando profesionalmente había tenido que asumir renuncias en temas relacionados con la salud mental y el bienestar. Un 65,6% había realizado renuncias en materia de ocio y tiempo libre, y un 48,7% con respecto a sus relaciones familiares.
En total, casi un 80% de las directivas y empresarias encuestadas confirman que han tenido que hacer sacrificios o renuncias personales para avanzar en su carrera. De ellas, un 42% ha optado por retrasar su maternidad, o incluso por descartarla totalmente.
Desigualdades que persisten
A pesar de las importantes renuncias que hacen muchas directivas, hasta un 85,4% de ellas percibe que en el mercado laboral continúa habiendo un trato desigual.
Entre las desigualdades más frecuentes se destacan las opciones de promoción, la visibilidad de tareas y el salario. Para acabar con ellas, las directivas creen que las medidas más útiles pueden ser las cuotas y las orientadas a la conciliación.
Respecto al sistema de cuotas, ha crecido el porcentaje de directivas que apoyan su implantación, pero únicamente como algo temporal para acortar el camino hacia la igualdad de oportunidades.
En materia de conciliación, aunque en los últimos años se han equiparado los permisos de maternidad y paternidad y esto ha equilibrado la corresponsabilidad familiar en los hogares, los últimos estudios llevados a cabo ponen de relieve que esta medida no ha favorecido la contratación de mujeres en las organizaciones.
Otra asignatura pendiente continúa siendo la implantación de los planes de igualdad. Aunque son obligatorios en un número cada vez mayor de países, no representan una prioridad para el 70% de las empresas a nivel mundial.
En el caso de España, en 2022 solo un 20% de las pymes tenían registrado un plan de igualdad. El dato positivo es que, de las empresas que cuentan con uno, un 87,7% pone sus medidas en práctica.
Cambio para las nuevas generaciones
La mayoría de las directivas entrevistadas para hacer el estudio son mujeres de entre 40 y 59 años, y consideran que las cosas van a cambiar con las generaciones más jóvenes, porque las mujeres están llegando al mercado laboral con una nueva mentalidad.
Las profesionales que ahora están por debajo de los 30 años conocen mejor sus derechos, y no están dispuestas a sacrificar su vida personal a cambio de su vida profesional, y tampoco al contrario.
Las nuevas generaciones abogan por conseguir un buen equilibrio entre lo personal y lo profesional y, por ello, exigen más a las empresas en esta materia.
A pesar de ello, las directivas actuales perciben en las jóvenes profesionales un nivel de ambición profesional algo menor.