La Caja del Mediterráneo (CAM) entregará este viernes al Banco de España su plan para reforzar el capital en el que solicita al Estado 2.800 millones de euros y deja la puerta abierta a cerrar un acuerdo con un socio estable, según informaron fuentes financieras. Las mismas fuentes explicaron que la entidad alicantina presentará en el registro del Banco de España el plan elaborado de acuerdo con las recomendaciones hechas por el supervisor en los últimos días.
Tras la ruptura de su alianza con Cajastur y las cajas de Cantabria y Extremadura en Banco Base, la CAM ha optado por seguir su camino en solitario, aunque no descarta encontrar un socio si con ello gana en tamaño y competitividad. Esa opción reduciría la participación del Estado en su accionariado, aunque los expertos consideran que la entrada del dinero público servirá para determinar el valor de la entidad alicantina, al tiempo que creen que el Banco Base servirá para que la caja traspase buena parte de su negocio financiero.
El resto del negocio, así como un paquete de sucursales de la amplia red de la CAM, podrían quedar al margen para ser vendidas a alguno de los grandes bancos, que como el Santander, se habrían interesado por ellas, siempre según fuentes financieras. En cualquier caso, en un vídeo al que Efe accedió hoy, la directora general de la caja, María Dolores Amorós, explica a los empleados que la inyección del FROB, aunque una «nacionalización» parcial de la entidad, es también una «garantía adicional» para la institución.
La entrada del Estado aleja el fantasma de una posible intervención, con la única salvedad de que el dinero público no llegará hasta que el Banco de España no dé el visto bueno, o incluya modificaciones, al plan de la caja. Este sábado está previsto también que la CAM reúna por la tarde en Alicante a su consejo de administración para ratificar los acuerdos en los que se deja sin efecto el contrato que le vinculaba con Cajastur, y las cajas de Cantabria y Extremadura en el Banco Base.