lunes, abril 29, 2024
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El Madrid logra una paliza, pero roza el esperpento en defensa

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El Real Madrid continúa su camino para buscar la primera posición de su grupo en la Champions League con las opciones intactas, aunque el Borussia ha logrado más goles que los blancos en esta primera vuelta. El partido frente a los alemanes en el Bernabéu será decisivo para dictar sentencia, como ya se esperaba antes de que los blancos superasen el trámite de esta jornada.

Este era un partido diseñado para una victoria local, pero por momentos pareció que el encuentro se podía saltar el guion por culpa de que algunos futbolistas merengues pensaron que iban a ganar el partido sin jugarlo. Además, el planteamiento técnico permitió que el Madrid perdiese mucha presencia en el centro del campo y todo se convirtió en un caos, a pesar de que Bale y Marcelo desequilibraron el choque de inicio. Morata y Lucas Vázquez ofrecieron luz en la segunda parte. Asensio ha marcado en su debut en las tres competiciones.

Zidane apostó por las rotaciones en el centro del campo, puesto que con las ausencias de Modric y Casemiro el francés quiere repartir palos y zanahorias entre todos los teóricos suplentes. Por eso, Isco y Kovacic no entraron en el once, para dejar paso a James y a Asensio, mientras que Danilo ocupó el lateral derecho en sustitución de Carvajal.

Con estos protagonistas, la misión de este martes consistía en proseguir con la buena línea mostrada en el encuentro de Liga. Es decir, tenían que salir muy concentrados y morder al rival en la presión. Sin embargo, desde el principio se vio que en este partido tocaba lucir la cara floja del Madrid durante esta temporada. De hecho, en los primeros minutos el club blanco entró en un absurdo intercambio de golpes sin tensión del que estuvo muy cerca de salir trasquilado. Keylor sacó una con el pie, pero lo peor fue que Ofoe fue capaz de disparar al palo desde la frontal sin ninguna oposición.

El equipo polaco mostraba sus debilidades a cada segundo en la zona defensiva, pero lo peor es que el Madrid tampoco se veía como un equipo más maduro y se convertía en todo un flan en la zaga. No había muchas ayudas y los jugadores que se quedaban atrás tampoco ocupaban bien los espacios. No obstante, la fortuna quiso que fuese el equipo blanco el que se adelantase, aunque lo justo es decir que la calidad de un jugadorazo como Gareth Bale decidió por sí sola, ante una defensa de mantequilla. El galés cogió el balón en el perfil derecho y superó a su par hasta hacerse sitio para buscar el zurdazo cruzado. El tiro le salió a la perfección y el portero no pudo hacer nada para evitar el tanto.

El hambre llega desde el banquillo

Asimismo, poco después Marcelo conectó un centro chut desde su perfil que tocó en un defensa y confundió por completo a Malarz. Pese a todo, el Legia no se dio por vencido y demostró que de medio campo para arriba tiene argumentos para hacer daño. No obstante, el marcador no se hubiera ajustado sin el error de bulto que cometió Danilo. El lateral brasileño se quedó clavado en el área y zancadilleó al atacante que le encaró sin ningún tipo de disimulo. Radovic engañó por completo a Keylor y el encuentro volvió a quedar en el alambre.

Pese a todo, la desgracia no llegó a planear en ningún momento en el Bernabéu y por suerte para los blancos Asensio devolvió la tranquilidad antes del descanso en una jugada que pudo quedar anulada por un juera de juego de Danilo que el árbitro no vio. Cristiano le dejó el balón a la perfección al mallorquín y el joven talento madridista la colocó pegada al palo a las mil maravillas. Con ese resultado se llegó al descanso, aunque la defensa blanca volvió a dar muchísimas facilidades en los minutos restantes.

En cambio, tras el paso por los vestuarios el choque cayó en el hastío, puesto que al Madrid le empezó a costar jugar al espacio. El Legia amenazaba con volver a reducir distancias, pero Zidane reaccionó a tiempo al meter en el campo a Morata y a Lucas Vázquez. El gallego equilibró el centro del campo con su constante esfuerzo y además aprovechó una gran jugada del brasileño para firmar el cuarto con una volea centrada y potente.

Con ese tanto, el encuentro murió definitivamente, a pesar de que el Legia no perdió la alegría en su fútbol en ningún momento. Cristiano falló varias ocasiones y se quedó sin su gol 100, pero finalmente Morata redondeó la cuenta al definir a la perfección en una jugada en la que combinó con el portugués.

Felipe Poza

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