Era el más deseado del sorteo y su bola no se hizo esperar. Fue el primer nombre pronunciado por Zambrotta, exjugador del FC Barcelona y del Milan y la mano inocente elegida por la competición. «Wolfsburgo», pronunciaba el italiano. En ese momento los dirigentes de las grandes potencias futbolísticas se ponían la servilleta al cuello, afilaban sus cuchillos y salivaban por el bocado más apetitoso. Pero el único que invitó a los alemanes a su mesa fue Emilio Butragueño, que puso su habitual cara de circustancias cuando apareció el nombre del Real Madrid como rival del Wolfsburgo.
Los ‘lobos’, como popularmente son conocidos, están octavos en la Bundesliga y eliminados de la Copa de Alemania. El conjunto alemán ha alcanzado los cuartos de la Champions por primera vez en su historia en una temporada irregular que pone de manifiesto su verdadero nivel. El año pasado lograron su clasificación directa para la máxima competición tras quedar segundos por detrás del todo poderoso Bayern de Múnich.
Su estrella es Draxler, un joven alemán de 23 años que llegó procedente del Shalke 04 a cambio de 36 millones de euros. El desembolso por el mediapunta demuestra que a este equipo lo que no le falta es el dinero. De hecho, desde noviembre de 2007, el consorcio automovilístico Volkswagen es propietario del 100% de las acciones del club.
A pesar de su poderío económico, el club cuenta con una pobre tradición. Es un conjunto de ‘nueva’ creación. Se fundó en 1945 y sólo tiene tres trofeos, todos ellos nacionales. En 2009 logró el mayor logro de su historia al proclamarse campeón de la Bundesliga por primera vez en su corta historia. Desde entoces, los ‘lobos’ han navegado en la irregularidad hasta la pasada campaña, cuando además de quedar subcampeones de Liga, lograron levantar la Copa de Alemania al vencer por 3 a 1 al otro ‘rebelde’ alemán, el Borussia de Dortmund.
Además de Draxler, el Wolfsburgo basa su juego en las transiciones rápidas. Schürrle, ex del Chelsea, y Kruse aportan el punto de velocidad que hace que el equipo germano sea un equipo a tener cuenta con espacios. Sus facilidades defensivas y su bajo bagaje fuera de casa son los puntos débiles de un conjunto que logró su clasificación tras vencer en octavos de final al Gante belga. Los ‘lobos’ han perdido ya nueve partidos de los 18 que han jugado a domicilio.
El morbo del encuentro contra el Real Madrid lo pondrá Ricardo Rodríguez, lateral zurdo del equipo alemán que ha sido pretendido por los mejores equipos de Europa, entre los que se encuentran los merengues. Además, los atléticos estarán atentos a la actuación de Josuha Guilavogui, jugador francés descartado por Simenone que se encuentra cedido por los colchoneros al equipo bávaro.
En un principio, todo hace indicar que los merengues no tendrán problemas en eliminar a los bávaros, pero el favoritismo a veces juega malas pasadas. De hecho, el Real Madrid ya fue eliminado por un conjunto alemán, el Borussia de Dortmund, en las semifinales de la Liga de Campeones de la temporada 2012-2013 cuando todo el planeta futbolístico daba como favorito al conjunto blanco para enfrentarse al vencedor del Bayern de Múnich en la final.