Salió del Barça por falta de feeling con Guardiola y en el Anzhi tampoco encontró muy ‘buen rollo’ con Roberto Carlos. Sin embargo, donde el carácter de Eto’o ha generado más situaciones insostenibles ha sido en la selección de su país. «Los dirigentes de la Federación de Camerún quieren atentar contra mi vida, quieren asesinarme. Vivo ahora con un grupo de gendarmes y uno de ellos duerme delante de mi puerta», declaró.
Antes de todo aquello, Samuel tuvo serios problemas con Song, el jugador del Barça, pero el nivel de obsesión del jugador formado en la cantera del Real Madrid llegó más allá. «A día de hoy no me pongo las camisetas del combinado que nos da la Federación, las pido directamente a la empresa Puma; no como con mis compañeros de la selección para evitar que me pongan veneno en la comida», aseguró en su momento.
Sin embargo, la relación con la mayoría de sus compañeros no era tan mala cuando como capitán les llevó a la huelga contra los impagos, algo que le costó una dura sanción. Con todo esto, algo cambió en el último partido de clasificación para el Mundial y Eto’o explotó en rueda de prensa: «Mis compañeros han decidido no pasarme más el balón. Por eso, teniendo esta información, he decidido jugar en el centro del campo, para darme juego yo mismo en el partido contra Túnez», finalizó.
Por su parte, el seleccionador, Volker Finke, tuvo que salir a desmentir la versión de su jugador: «No he visto esto. Mirad el partido de ida. Lo he visto más de una vez y no he tenido la impresión que algún jugador rechazó darle un pase a Eto’o o a cualquier otro compañero. Puede haber animosidad entre los jugadores dentro de un grupo, pero nunca se ha tratado de no pasarle el balón a Eto’o. Estas son historias de patio de colegio», explicó.