jueves, mayo 2, 2024
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El mercado televisivo en Europa se desinfla

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En Europa, los destinos del fútbol siguen una senda similar a la española donde las empresas que gestionan los derechos tienen unas pérdidas estimadas de 180 millones de euros al año y donde las arcas de los clubes se nutren al 50% prácticamente por este concepto. La  teledependencia también se hace patente en el caso de la FIFA y la UEFA, los organizadores de las competiciones europeas: las tres cuartas partes de los ingresos totales de la Champions League proceden de este concepto.

Tanto, que el director general de la Liga Italiana, Marco Brunelli, ha señalado que la supervivencia del deporte rey pasa por “encontrar otra fuente de ingresos que no le haga tan dependiente de las retransmisiones».

Según el estudio realizado por Gerardo Molina Company & Euromericas Sport Marketing, los derechos de televisión resultan fundamentales para que los diferentes equipos puedan equilibrar sus balances, aunque las cifras que pagan los clubes por los fichajes no son tan abultados como las que se manejan en nuestro país.

La Premier League inglesa, la más rica del continente tiene un contrato de cuatro años en vigor que finaliza en la temporada 2012-2013 por el que percibe 4.230 euros. De ellos casi 2.000 corresponden a la venta de derechos internacionales. Los 20 clubes de la Premier se reparten 1.750 millones.

Por este concepto, el equipo que gana la liga se lleva 91 millones de euros, pero el último clasificado percibe 46. Ingresos que se consideran contribuyen a dotar la Premier de un grado de mayor igualdad y competitividad.

El Calcio italiano obtendrá unas ganancias de 2.987 millones entre la pasada y esta temporada. La próxima temporada termina el contrato en Francia por el que se han repartido 2.572 millones y un año después el de la Bundesliga alemana, donde el promedio que han ganado los clubes ha rondado los 400 millones al año.

Casi 260 millones anuales obtiene el fútbol turco, unos 200 el holandés, 74 los griegos, algo más de 40 los polacos, cerca de 30 los rumanos y 15 los escoceses y los belgas.

Mención especial tiene la liga española y la portuguesa, donde los derechos no se venden conjuntamente, sino donde una serie de equipos, Real Madrid y Barcelona, y Benfica, Sporting de Lisboa y Oporto negocian de manera individual sus derechos mientras el resto de los clubes lo hacen conjuntamente.

Según este estudio, los dos equipos españoles recaudan 454 millones y el resto de equipos obtienen 580, lo que viene a suponer unos 140 millones al año. Es decir, que la horquilla, por ejemplo entre el Real Madrid y el Xerez ronda los 120 millones de euros, una muestra de la desigualdad latente entre los dos grandes y el resto de los clubes de la liga BBVA.

Como ocurre en España, los tres equipos portugueses acaparan la mitad de los ingresos televisivos y el resto se lo reparten entre los otros 16 restantes.

Sobre la dependencia de los ingresos procedentes de otros países, el informe también resulta concluyente: Asia y América son los principales consumidores de fútbol europeo reportando 450 millones a la Premier, 128 a la liga BBVA, 95 al Calcio y 70 a la Bundesliga.

Historia del fútbol televisado en España

La espiral inflacionista en el fútbol televisado en España, tal y como destaca Joseba Bonaut Iriarte en su estudio ‘El eterno problema del fútbol televisado en España: una perspectiva histórica de la lucha por los derechos de retransmisión de la Liga de Fútbol Profesional (LFP)’, comienza con la llegada de las televisiones autonómicas y posteriormente con la implantación de las privadas.

Hasta entonces, TVE “ofrecía cantidades que variaban entre el millón de pesetas mínimo (6.000 euros) y los tres máximos (aunque en partidos muy concretos como un Real Madrid-Barcelona se alcanzaban los cinco millones). Todos los encuentros se disputaban, salvo excepciones acordadas previamente, los domingos al finalizar la jornada de Primera División”.

La irrupción de las autonómicas en 1987 rompió el régimen de monopolio y los acuerdos de retransmisión llegaron a un acuerdo por dos años que suponía el pago de “2.800 millones (algo más de 16 millones de euros) por 36 partidos en directo cada temporada”.

La llegada de las privadas supuso una nueva vuelta de tuerca al negocio del futbol. En 1990, Canal Plus (PRISA) pacta con las autonómicas sacar del mercado a la televisión pública y firma con el organismo que agrupaba a las televisiones regionales (FORTA) un acuerdo. “El contrato tenía una duración de 8 años por los que las cadenas de televisión pagaban 54.000 millones de pesetas (12.000 correspondían a Canal Plus). Las televisiones autonómicas retransmitían un partido todos los sábados, mientras que la cadena de pago lo hacía los domingos con la señal codificada”.

Es decir, se pasa de pagar 1.400 millones a algo menos de 7.000 millones por temporada.

En 1996, seis años después del inicio de las hostilidades entre las cadenas, Antena 3 entra en el mercado y comienza una puja alcista por los derechos y estalla la denominada “guerra del fútbol” entre las emisoras que culmina con una fusión de las empresas en una única entidad que gestionara los derechos de retransmisión Audiovisual Sport (formada por filiales de Antena 3, Prisa y la televisión pública catalana, que se había adjudicado en ese momento en exclusiva los derechos del Barcelona).

“Esta nueva sociedad -destaca Bonaut”- va a aglutinar los derechos de Liga y Copa firmados individualmente por los equipos de primera y segunda división hasta la temporada 2002/03. Tras la adhesión de las televisiones autonómicas, éstas podían retransmitir un partido de primera y tres de segunda cada sábado. Canal Plus, por su parte, emitiría cada domingo un encuentro de primera y uno de segunda en modalidad de pago. Antena 3 televisión durante la temporada 1997/98 un partido en directo los lunes, una experiencia fallida que a pesar de no tener malos resultados de audiencia acabará ese mismo año”.

La guerra se recrudece cuando aparece la televisión por satélite en España y Canal Satélite Digital (propietaria de los derechos de Pago Por Visión) y Via Digital (Telefónica) encuentran su principal nicho de abonados en la retrasmisión de eventos deportivos, en especial el fútbol.

“Ante la concentración de poder (en cuestión de derechos televisivos) en manos de Audiovisual Sport, el gobierno decidió aprobar una ley por la que se creaba una comisión permanente que debía decidir aquellos acontecimientos que debían ser considerados de interés general y que por lo tanto tenían que ser emitidos en “abierto”. Se trataba de controlar el monopolio de los derechos de retransmisiones deportivas y, en concreto, de evitar el abuso en los derechos del fútbol”.

Aun así el monopolio seguía en mano de Audiovisual Sport que logró un acuerdo en 2003 por tres temporadas y 265 millones de euros con los clubes que todavía no había adquirido sus derechos. “El resto de los equipos ya habían llegado a un acuerdo a lo largo del año, entre esos contratos destacan los del Real Madrid (35.000 millones de pesetas –más retribuciones por partido– por cinco temporadas) y el Barcelona (60.000 millones por cinco años) que habían sido firmados en el año 1999”.

Los derechos de retransmisión se habían convertido ya en un caballo desbocado, donde los clubes negociaban individualmente sus derechos y luego colectivamente con la Liga de Futbol.

La guerra se recrudece cuando Mediapro se integra en Audiovisual Sport en 2006. Esta empresa se había adquirido “los derechos de explotación televisiva del F.C. Barcelona por siete años y 1.000 millones de euros, así como los de otros equipos de fútbol de Primera División, hasta el punto que en este momento cuenta con los derechos televisivos se hizo con los derechos televisivos de 39 de los 42 equipos que conforman la Primera y Segunda División”. Tras la aprobación de la Ley General de la Comunicación Audiovisual en abril de 2010 se regulan por primera vez los derechos futbolísticos. Se establece un período de cuatro años como el máximo para establecer los contratos.

En estos momentos, la Liga de Fútbol Profesional intenta negociar con el Gobierno la supresión de emitir obligatoriamente un partido en abierto cada semana. Una medida que pretende equiparar la situación de la liga española con otras europeas, y obtener de este modo una mejora en la negociación con los operadores televisivos (400 millones de euros más).

El presidente de la Liga, José Luis Astiazarán, ha reiterado que las pretensiones son lograr un “compromiso de cara a 2012”. Para Astiazarán, el único propósito es acercarse a las otras ligas europeas, y las emisiones en abierto quedarían relegadas a los encuentros de copa, selección nacional o torneo internacional.

Cuadrar balances

El resto de los ingresos de los clubes españoles se reparten a parte casi iguales entre marketing y patrocinios (para el Real Madrid el 39%) y venta de entradas.

Este modelo se repite en las cinco principales competiciones nacionales en el mundo y con ligeras variaciones sigue el mismo patrón en la liga inglesa e italiana, aunque la primera obtiene más dinero por la venta de entradas y la segunda pone el acento en los patrocinios.

El último “Informe sobre Patrocinio en camisetas de fútbol en Europa, realizado por Sport + Markt (consultora internacional de marketing deportivo) relativo a esta temporada subraya que los ingresos por patrocinio en la elásticas alcanzan el récord de  470,7 millones de euros.

En la liga española esta partida presupuestaria supone un incremento de 8,9 millones de euros, aunque la consultora matiza que básicamente se debe a la renovación del contrato entre Real Madrid y Bwin valorado en 23 millones de euros, 8 millones de euros superior al de la temporada pasada.

Tras el Real Madrid, el segundo club mejor situado en España en esta clasificación es el Atlético de Madrid con un acuerdo inferior a los 10 millones de euros. Detrás de estos dos equipos madrileños se encuentran el Valencia CF y el Sevilla FC, cuyos ingresos no son muy superiores a los del resto de clubes de primera. Y eso, sin tener en cuenta que el Barcelona no cobra un euro por la firma de Unicef que luce en su camiseta.

Las singularidades del Real Madrid y del Barcelona

Real Madrid y Barcelona no solo representan un caso singular en la Liga española por negociar sus derechos televisivos al margen del resto. Se trata de los dos clubes más ricos del mundo, según un informe de Football Money League y elaborado por Deloitte sobre información financiera temporada 2009/2010.

Una circunstancia que complica, y de que manera, el futuro de los derechos televisivos en la Liga BBVA. Su posición de dominio respecto al resto de los otros equipos españoles es determinante.

Según el citado informe el Real Madrid facturó 438,6 millones de euros, un 9% más que en la temporada 2008/2009, el único equipo que sobrepasa la barrera de los 400 millones.

En concepto de entradas recaudó 129,1 millones de euros en concepto de entradas, un 27% más que la temporada pasada, por derechos de televisión, los ingresos ascendieron a 158,7 millones de euros (un 1% menos), y en concepto de publicidad, patrocinios y mercadotecnia, los ingresos fueron de 150,8 millones (un 8% más).

También creció en ingresos un 9% el Barcelona, llegando a los 398,1 millones de euros, muy por encima del Manchester United que con 349,8 millones de euros ocupa el tercer lugar. Ingresó 97,8 millones (un 2% más que en 2008/2009) en concepto de entradas, en derechos de televisión 178,1 millones (un 12% más) y en publicidad, patrocinios y mercadotecnia 122,2 millones (un 9% más).

Se trata sin duda, de los clubes más importantes de Europa (y por qué no del mundo), copan cerca del 80% de las audiencias del fútbol televisado y por ello imponen sus condiciones. Por ello, en los contenidos que se negocian entre Liga de Fútbol y operadores de televisión para el próximo contrato, Real Madrid y Barcelona se repartirían el 34% de los ingresos de televisión; el Atlético de Madrid y el Valencia tendrían entre ambos un 11%, mientras que los otros 16 equipos de la primera división se conformarían con un 45% del total (una media del 3,5% por club).

Del 10% restante, un 9% iría destinado a los clubes de segunda división, y el 1% tendría como destino ayudar a aquellos equipos que descendiesen de categoría.

Arturo Torrens, socio de 11 Group, consultora especializada entre otros asuntos en inversiones en el continente asiático, concluye que si no se cambia el modelo y se mira a Oriente con nuevos planteamientos, el panorama de futuro futbolístico es complejo, y lo hace, según afirma tras haber mantenido numerosos contactos con los que pujan por los derechos.

“Los operadores y en consecuencia, asimismo también, sus fuentes de financiación , analizan la situación en base a que se ha pagado demasiado por los derechos y hay que renegociarlos a la baja, que el modelo de negocio de los derechos de televisión, basado en la TDT de pago no ha despegado, ni lo va a hacer esta temporada, que algunas fuentes de financiación tradicionales, como las cajas de ahorros catalanas, se han secado y que clubes y LPF no encuentran- de momento- otros ofertantes alternativos a los actuales”.

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