-¿Cómo afronta un reto tan diferente como éste?
-Con mucha ilusión. Soy un tío al que le gustan este tipo de complicaciones. Llevaba 13 maratones de F-1 y llegó un momento en que dije que tenía que buscar otra cosa que me ilusionara. Esto es algo que me gusta, siempre me han interesado estas pruebas en las que pones la mente al límite.
-¿El comienzo está siendo tan duro como entonces?
– A mí se me da bien hacer fácil lo complicado, ser capaz de no volverme loco con el punto de vista científico y quiero ir aprendiendo a base de darme golpetazos. Yo no tenía ni puñetera idea cuando llegué a la F-1, pero fui aprendiendo, y aquí me he metido a hacer pruebas y me he quedado boquiabierto.
-¿Tan desconocido es el cerebro?
-El cerebro te hace ver cosas que en realidad no están pasando, también he descubierto que no le gusta mentir, le gusta más decir la verdad y que eso de que el hombre no es capaz de hacer dos cosas al mismo tiempo o la mujer es cierto porque al cerebro no le gusta hacer dos cosas a la vez y cuando les das demasiados estímulos al mismo tiempo nos falla.
-¿Ver el programa puede llevar a la gente a pensar que le falla la mente e ir al médico al día siguiente?
-No, todo lo contrario. Se pueden quedar tranquilos porque en lo que vamos a insistir es en que es normal que no les salga a la primera, pero que con entrenamiento sí pueden. Yo estoy muy preocupado con mi memoria pero al hablar con expertos he descubierto que el cerebro adulto si entrena la memoria, porque hay métodos, mejora. Es más falta de ejercicio que de memoria.
-¿Qué cree que le diría su primo Heras Lobato si le viera en la televisión en la que él triunfó?
-Me gustaría hablar con él, porque hace tiempo que no nos vemos, pero supongo que tiene que alucinar, como hago yo. Mi primo era un referente en TVE y ahora hay otro Lobato.
-¿Sin miedo entonces?
-Cuando corrí mi primer maratón iba acojonado, pero cuando recorres los primeros metros piensas en terminarlo y piensas que si no lograses lo podrás intentar otra vez. El problema no es que fracases en algo, sino el no pensar que no te vas a levantar otra vez. Mucha gente valora si ha triunfado o no un programa en la audiencia que ha tenido, pero mi forma de verlo es distinta, creo que tiene que ver la calidad y la autoexigencia que te pones tú.
-Aquí va a tener que estar más sobreexpuesto, lo que no le gustaba…
-Al equipo siempre le digo de meter a otro a hablar. Me sigue costando, tengo los pies en el suelo y cada mañana en el espejo me veo a mí y no tengo egos muy grandes, lo hago por divertirme.
-¿De los famosos que le han visitado en el programa, cuál le ha sorprendido más?
-Me han sorprendido muchos. Por ejemplo, yo pensaba que Mariló Montero iba a estar más fría y distante, pero me lo pasé con ella muy bien, y ella también, incluso pedía que le hiciera más pruebas.
-Empieza con Alonso de invitado. ¿Ha sufrido por él en los últimos años?
-Lo que pienso es que ha sido un desperdicio, porque tenemos al mejor piloto de F-1 de los últimos tiempos, que, por méritos de conducción, tendría que tener al menos ahora cuatro títulos mundiales y no dos. Él se siente sin embargo orgulloso, porque hace un trabajo excepcional. En 2012 hizo la mejor temporada que ha hecho un piloto en décadas y no ganó, es como las audiencias.
-¿Qué echa de menos de la Fórmula 1?
-Amigos, gente, sigo vinculado pero en la distancia, no es lo mismo. Las confianzas que vas consiguiendo no son las mismas. Y también la adrenalina de la narración, pero por lo demás…
-¿Ha hecho la F-1 más por Antonio Lobato o éste por la F-1?
-La F-1 por Antonio Lobato. Parte de la culpa de que esta competición interese ahora tanto no es mía sino de Fernando, porque si no hubiera estado él, por mucha labor didáctica, no hubiéramos tenido picos de 13 millones.
-Después de esos maratonianos programas que hacía, supongo que hacer uno de 20 minutos le será facilísimo…
-Si le cuento la verdad… Está siendo terrible, con rodajes de 12 horas diarias en la calle, porque buena parte lo hacemos ahí, llevamos dos meses que estamos en zona roja total de trabajo.
-¿Qué ha cambiado de ese Lobato que empezaba de becario en Abc?
-Ha cambiado mucho, pero no lo cabezota que ya era de becario, y el mal genio que tenía, porque debo reconocer que tengo un pronto malo. Siempre me ha gustado, de becario o de jefe, escuchar a la gente, pensar que uno no tiene siempre la razón por ser el jefe. Ahora me da igual lo que digan de mí, estoy un poco vacunado de eso. Me gustan las críticas constructivas, pero si tengo una cosa clara tengo una cosa clara.
-¿Ha pensado en retomar en TVE el periodismo deportivo en el que empezó?
-Aquí hay grandes profesionales, en ese contexto están muy por encima de mi, y no es algo que ahora mismo me llame.
-¿Puede ser el nuevo Bertín Osborne de la pública?
-Bertín es un tipo que es una máquina, que tiene un carisma y atractivo brutal. No sé si estoy al mismo nivel que Bertín, no quiero competir. Lleva muchos años y tiene un carisma especial. De momento no estoy a su nivel, mido un metro menos que él.
M. Arroyo