jueves, mayo 2, 2024
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Nuevos hallazgos en Vega Baja que testimonian la estrecha relación entre iglesia y monarquía

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A medida que avanzan las excavaciones en el yacimiento arqueológico de Vega Baja se van conociendo y desenterrando hallazgos y datos que confirman la importancia de la sede regia toledana en época visigoda.

La última campaña está resultando especialmente prolífica en hallazgos de indudable interés habiéndose documentado, entre otros, una cruz de bronce bañada en oro, un anillo y una moneda de oro del reinado de Suintilla.

La cruz, una joya

Los arqueólogos están especialmente satisfechos con el descubrimiento de una cruz fabricada en bronce y bañada en oro, con los cuatro brazos del mismo tamaño (cruz griega), símbolo muy utilizado en el periodo del cristianismo primitivo. Estaría calada en tres de sus cuatro lados, con orificios un cada extremo para su sujeción. Además, en el centro de la cruz, se observa el típico engarzado para la pedrería, característico en los elementos de orfebrería de la época, como en las coronas votivas del tesoro de Guarrazar.

Otra de las piezas importantes desenterradas esta campaña es un tremís –moneda- de oro acuñado en Toledo en época de Suintila (621-631), conocido como el “Rey de los pobres”. Fue un monarca godo con uno de los reinados más azarosos y convulsos de los conocidos. Su carácter guerrero le llevó a aplastar a los vascones y expulsar a los bizantinos de la península. Sus políticas a favor del pueblo, en contra de los privilegios de la nobleza y el clero, así como otras decisiones administrativas que no gustaron a las altas jerarquías, movilizaron a sus enemigos que le arrebataron la corona, le privaron de sus bienes, le excomulgaron y lo encerraron en un monasterio de Toledo.

Conexión entre la Iglesia y la monarquía

Las excavaciones en la Vega Baja han permitido el hallazgo de un anillo de sello, con chetón decorado con unos caracteres –todavía en estudio y en fase de restauración- en torno a una pequeña cruz griega. Estas grafías pueden corresponder al nombre propio del dueño del anillo, como está documentado en otros yacimientos de la Península Ibérica en el siglo VII d.C. Habría pertenecido a alguien de elevada posición social, aristócrata o miembro de la jerarquía eclesial.

En el mismo sector de estos descubrimientos, ha aparecido la parte de una patena de bronce, elemento propio de las celebraciones litúrgicas, que constaría de un plato circular (desaparecido), y que estaría unido al mango por medio de tres remaches.

Esta serie de nuevos hallazgos, junto a otros que se encuentran en fase de análisis y documentación, testimonia la estrecha conexión existente entre la Iglesia y el poder real, conocida por los datos documentales que ofrecen los 18 Concilios de Toledo, y corroborada en las excavaciones arqueológicas del yacimiento de la Vega Baja.

Algunas de estas piezas se incluyen en el libro-catálogo “La Vega Baja. Investigación, Documentación y Hallazgos” que reúne el trabajo realizado en los últimos años en el yacimiento de Toledo

Redacción Estrella Digital

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