El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias Fernando Simón, ha admitido además que determinados hospitales de las zonas más castigadas por los brotes «ya notan estrés médico» por la pandemia y ha destacado que la capacidad de detección puede superar el 70 por ciento de los afectados, mientras que los asintomáticos siguen estando en torno al 60 por ciento.
Sanidad ha notificado más de 16.000 nuevos contagios de coronavirus desde el pasado viernes, parte de ellos casos antiguos y, en concreto, 1.833 consignados en las últimas 24 horas.
Con fecha de inicio en los últimos siete días se han registrado 5.327 casos, y de ellos el 46 %, cerca de la mitad, corresponden a dos comunidades autónomas, Cataluña (1.015 casos en ese periodo) y Madrid (1.452).
Fernando Simón ha vaticinado que en los próximos días habrá un incremento «mayor» de casos tras el momento «álgido» de las «no fiestas» del 15 de agosto y ha considerado que el aumento de infecciones que se está produciendo es «suave» a pesar de los más de 16.000 positivos que las comunidades han notificado desde el pasado viernes.
Una cifra que «no es buena». «Nos gustarían cifras mucho más bajas; tenemos un incremento de casos, se observa día a día», ha admitido el epidemiólogo, quien ha explicado que los brotes más importantes se están produciendo en el ámbito social, tanto en ocio nocturno como en fiestas familiares.
Galicia, Castilla y León y Cantabria han puesto en marcha este lunes las once medidas acordadas para contener los brotes del COVID-19, y se han sumado a La Rioja y Murcia, que lo hicieron el sábado. El resto de autonomías lo hará durante esta semana, que comienza con Euskadi en emergencia sanitaria.
El País Vasco ha declarado este estado esta medianoche y eso le permitirá adoptar restricciones adicionales a las acordadas en el Consejo Interterritorial de Salud del viernes, medidas que no han entrado en vigor en esta comunidad, sin llegar al confinamiento general de la pasada primavera.
El lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu, asumirá el «mando único» en la crisis sanitaria tras el importante repunte de nuevos casos constatado en la última semana en Euskadi, que ha vuelto a datos de finales marzo, 3.256 nuevos positivos, casi 1.000 más que en la anterior.
Ante el incremento de casos, la Rioja y la región de Murcia se quisieron adelantar y publicaron este sábado en sus diferentes boletines autonómicos las once medidas acordadas por Sanidad y las comunidades; Galicia y Castilla y León (con 142 brotes)y Cantabria (con 36 brotes) lo hacen hoy, y mañana o pasado lo hará la de Madrid.
Esta comunidad ha decidido extender la búsqueda de asintomáticos este lunes: está realizando PCRs aleatorios en el distrito de Carabanchel a vecinos de entre 15 y 49 años sin síntomas, una iniciativa que se ampliará a nuevas zonas de la autonomía las próximas semanas.
Simón ha advertido de que la situación epidemiológica en Madrid «ahora es preocupante» y aunque esta comunidad está tomando medidas «potentes», habrá que «ver si es necesario hacer algo más o no».
Mañana el Gobierno balear activará las medidas acordadas el viernes, pero ha decidido además ampliar las restricciones ante un aumento de contagios.
Su servicio de Salud atiende a día de hoy a 2.623 personas contagiadas, un 35,7 % respecto a las cifras de la epidemia del pasado viernes, según sus datos.
Así, además del cierre de todo el ocio nocturno, la prohibición de fumar en la calle, la regulación de las visitas y PCR a centros de mayores y las otras medidas acordadas, en Baleares tampoco se podrán practicar durante 15 días deportes, tanto federados como aficionados, cuando impliquen contacto, y las ligas federadas no comenzarán hasta el 1 de octubre.
Se reducirá también el aforo a los templos al 50 % y se vetan las fiestas diurnas en piscinas y de las llamadas «party boats».
Y más: se pedirá a los viajeros que lleguen a las islas en vuelos directos o con escala procedentes de los 25 países con más incidencia de la COVID-19 que realicen una cuarentena, aunque no podrá obligarles porque es competencia estatal.
Mientras tanto, este lunes los llamados «negacionistas» del virus siguen recordando la manifestación de este domingo, en la que miles de ellos iban sin mascarilla.
El delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, ha querido dejar «perfectamente claro» que se sancionará «con la máxima dureza» que permita la ley a los que incumplieron las normas durante la concentración .
«No le va a salir gratis a las personas que han puesto en peligro la salud de los madrileños», ha asegurado Franco.
La Delegación del Gobierno investigará los hechos y tomará las «medidas adecuadas» porque la manifestación, que congregó el domingo entre 2.500 y 3.000 personas en la plaza de Colón, «no se ha desarrollado según lo dispuesto».
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