El ex ministro Francisco Álvarez-Cascos mantiene la incógnita sobre si se presentará en las próximas elecciones autonómicas en Asturias, pero ha afirmado hoy que hay «un clamor» que apuesta por él y que está dispuesto a liderar un proyecto político si puede contar «con equipos y con medios».
«No lo puedo hacer solo», ha señalado en una entrevista en Cuatro recogida por Efe, donde ha destacado que son «miles» los asturianos que creen que merece la pena que se reincorpore a la actividad política.
El ex vicepresidente del Gobierno y ex secretario general del PP ha apuntado que está en contra de los «movimientos personalistas» y ha recalcado que ése no es su caso, ya que en Asturias «no hay una persona que llama a los demás a seguirle, sino miles de personas» que piden a otra que encabece una alternativa, «un clamor desde la base».
Pero, ha insistido, «una cosa es la ilusión y otra la acción, que necesita algo más que motivaciones afectivas».
Tras recalcar que en política «las precipitaciones y los atajos son un mal camino», ha señalado que la última vez que habló con el presidente del PP, Mariano Rajoy, fue el 17 de septiembre, aunque ha querido dejar claro que nunca ha tenido con él «el más mínimo incidente» que pueda afectar a su «cordial» relación como compañeros de partido.
Abandonó el PP, ha recordado, al comprobar que los miembros del PP asturiano que le habían «insultado» eran premiados por la dirección nacional, que en ningún momento le respaldó, pero ha repetido que, a título personal, si en un momento dado Rajoy necesita su voto para ser presidente del Gobierno lo tendrá.
Dos concejales del Ayuntamiento de Oviedo, partidarios del ex ministro, dimitieron ayer y anunciaron que se darán de baja del PP junto a 140 afiliados de la capital asturiana.
Según los datos presentados ayer por el presidente del PP asturiano, Ovidio Sánchez, desde que comenzó el año, tras el anuncio de la baja de Álvarez-Cascos como militante del partido, se han contabilizado 313 bajas y 334 altas.