Sus más estrechos colaboradores han sido puestos en aislamiento como medida preventiva, se lee en la nota de la diócesis romana.
De Donatis, de 66 años, vicario general de Roma, había presentado algunos síntomas y finalmente ha resultado positivo en una prueba del coronavirus, por lo que ha tenido que ser ingresado y ya ha comenzado un tratamiento antivírico.
«Estoy viviendo también yo esta prueba, estoy sereno y tengo confianza. Me encomiendo al Señor, al apoyo de la oración de todos vosotros, queridísimos fieles de la Iglesia de Roma», declaró en la nota, en la que expresa su «sufrimiento» por el resto de enfermos.
En la Ciudad del Vaticano se han llevado a cabo pruebas de coronavirus y cinco personas han resultado infectadas, después de que se confirmara la última, un funcionario de la Secretaría de Estado residente en la Casa Santa Marta, donde vive el papa.
Por eso también se sometió a una segunda prueba el papa Francisco, que ha dado siempre negativo en coronavirus.
El sumo pontífice ofrece las misas diarias matutinas de Santa Marta, las audiencias generales de los miércoles y el rezo del Ángelús por video y sin fieles con el objetivo de evitar contagios. El Vaticano además ha cerrado la plaza de San Pedro y la basílica a los fieles de forma temporal y hasta el 3 de abril.
Las medidas de cautela ante esta pandemia llevadas a cabo por el Vaticano han obligado a suspender el viaje que tenía previsto realizar Bergoglio a Malta el 31 de mayo.
Incluso el diario del Vaticano, «L’Osservatore Romano» ha dejado de imprimirse después de 159 años para evitar contagios entre su plantilla, pero mantendrá su edición digital
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